MÚSICA

¿Qué fue de El Chaval de la Peca? Su última y sorprendente faceta

Su irrupción en el panorama musical fue tan potente como efímero, pero dejó una huella indeleble de la mano de otro fenómeno que sí llegó para quedarse: la telefonía móvil.

El Chaval de la Peca.

A finales de la década de los noventa se produjo en España la explosión de la telefonía móvil. Hasta ese momento era una opción desconocida para muchos y ciertamente elitista. Tampoco es que fuera especialmente cómodo manejar los armatostes que había en el mercado, pero básicamente era una tecnología en pañales que utilizaban unos pocos.

Pero algo cambió. En 1995 Telefónica operaba en régimen de monopolio y a la batalla por copar el mercado se unió primero Airtel (actual Vodafone) y poco tiempo después Amena, la tercera en discordia. Pero la más avispada a la hora de lanzar su mensaje. Y ahí jugó un papel fundamental un artista conocido como El Chaval de la Peca, que protagonizó una irrupción tan meteórica como fulgurante.

Marc Parrot (54), el hombre tras el seudónimo, había iniciado una prometedora carrera musical en 1990 con Regreso a las minas que le valió a firmar un contrato con Warner Music ya como solista. Con la compañía publicó dos álbumes (Sólo para locos y Solo para niños) y tuvo que guardar en el cajón un tercero porque, tras una gala de final de año emitida en Televisió de Catalunya, su álter ego, que se dedicaba a versionar grandes éxitos con una estética muy singular, despertó al éxito.

‘Libre’, el himno de Nino Bravo, fue su primer sencillo y la punta de lanza de Amena para anunciar que una tercera opción refrescante había llegado al mundo de la telefonía frente a las compañías que se repartían las habichuelas hasta el momento sin ver comprometida su posición dominante. Corría el año 1998 y el fenómeno de El Chaval de la Peca parecía imparable.

En el mismo año, 1999, Marc Parrot publicó tres discos de versiones y pasó a formar parte indispensable de la cultura mainstream de nuestro país gracias a temas como Bailemos un Vals, Gavilán o Paloma, Eres tú, Yo soy aquel, Soy un Truhan, Soy un Señor, A-Ba-Ni-Bi o el ya mencionado Libre. Sonaba a todas horas en las radiofórmulas de la época y tan pronto actuaba en un programa de televisión como en alguno de los grandes festivales repartidos por la geografía española.

Se marcha el personaje, vuelve el artista

El Chaval de la Peca parecía no tener techo, pero Marc Parrot se cansó del personaje y decidió recuperar al artista. Nada reprochable si tenemos en cuenta que no le permitía expresarse como deseaba y que en muy poco tiempo también percibió un cierto hartazgo como consecuencia de estar continuamente en primera línea de fuego.

Marc Parrot se encuentra en un momento dulce de su carrera.
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Marc Parrot se encuentra en un momento dulce de su carrera.@daniferrer

Con el rédito logrado por el personaje, Parrot se despojó de toda parafernalia y se reencontró consigo mismo centrándose en su faceta como músico y productor. En 2004 publicó 'Dos maletas', pero desde entonces ha lanzado seis discos más en catalán y su actividad se ha limitado principalmente a giras y conciertos en Catalunya. Sin olvidar su labor al frente de Grabaciones Silvestres, desde donde produce su música y la de una interminable lista de artistas.

Pero de esa trayectoria que ha venido cultivando en los últimos años, muy introspectiva, surge la faceta más desconocida del artista: la de poeta. A finales de 2020 publicó su primer libro, ‘Cançons impossibles’, otro vehículo para trasladar su incontenible mundo interior.

En 2019, en una entrevista concedida a Diario16, aseguraba que El Chaval de la Peca era un "recuerdo lejano". "No suelo pensar en ello, en su momento ya me dio todo lo que podía darme. Ahora disfruto intensamente y apasionadamente de todo lo que hago”, zanjaba haciendo bueno aquello de no hay mal que por bien no venga.