El polémico proyecto de 500 millones de dólares de Barack Obama en Chicago

Barack Obama no tiene carta blanca a pesar de que su reputación y legado como presidente de los Estados Unidos le avalan. Esa es la principal conclusión que se desprende tras cinco años de batallas legales, una revisión federal y las abundantes críticas de parte de la comunidad de Chicago que se opone a la construcción, ya iniciada, del denominado ‘The Obama Presidential Center’.

El edificio, que albergará un museo con vocación multidisciplinar que abordará la historia estadounidense, pero que también se centrará en la llegada de Obama a la presidencia del país y sus ocho años de mandato, se ha encontrado desde el principio con una fuerte oposición de quienes acusan al expresidente de fomentar la destrucción de un parque histórico (Jackson Park) y el fenómeno de la gentrificación, es decir, desplazar a los habitantes más empobrecidos de la zona a otras áreas para que su lugar lo ocupen otros con un nivel adquisitivo más elevado.

No obstante, el expresidente Barack Obama ha defendido la ubicación de su Centro Presidencial, cuya construcción costará $500 millones indicando que está "absolutamente seguro" de que beneficiará a la comunidad. En una entrevista con ‘Good Morning America’ (ABC) trató de desterrar las críticas.

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“La abrumadora mayoría de la comunidad no solo ha estado de acuerdo con esto, sino que está enormemente entusiasmada con la idea. Cada vez que haces un gran proyecto, hay personas que tienen dudas, pero nos hemos sometido a un proceso exhaustivo para recabar las sugerencias de la comunidad y disipar las dudas", se defiende Obama.

"El joven que está creciendo al otro lado de la calle o al final del barrio o a unos pocos kilómetros de distancia, ahora de repente tendrá un lugar donde se llevan a cabo conciertos, discursos, debates y foros a los que puedan asistir", zanjó Obama, cuyo faraónico proyecto diseñado por los arquitectos Todd Williams y Billie Tsien no estará terminado hasta dentro de cinco años.