Nördlingen: la historia de la ciudad construida sobre un yacimiento de diamantes
Pocos lugares en el mundo pueden presumir de la sigularidad que convierte a Nördlingen, en Baviera (Alemania), en la ciudad más brillante del mundo.
Existen lugares en el mundo que llaman poderosamente la atención, pero pocos pueden presumir de hacerlo por la singularidad que convierte a Nördlingen, una localidad de apenas 20.000 habitantes ubicada en Baviera (Alemania), en un caso único en el mundo. Una ciudad construida sobre un yacimiento de diamantes y por tanto la más brillante del mundo.
La historia la recupera en un hilo de Twitter, Mar Gómez, doctora en Físicas y responsable de meteorología en Eltiempo.es, Cadena Cope y revista Quo. “Cuando la gente se estableció por primera vez en Nördlingen, Alemania, a mediados del siglo XIII, pensaron que vivían en un cráter volcánico. En la Edad Media, el lugar parecía bastante conveniente. En mitad del bosque, una especie de agujero en el suelo parecía el lugar perfecto para construir una villa que perdurara en el tiempo y que fuera amurallada de forma sencilla”, indica su relato Gómez,
“Lo que no sabían -prosigue- es que estaba lleno de diamantes”. “Los primeros habitantes ya notaron que las piedras usadas para levantar sus casas brillaban más de lo habitual pero no le dieron mucha importancia”, añade.
La doctora en Físicas comparte que no fue hasta 1960, con la visita de los geólogos estadounidenses, Eugene Shoemaker y Edward Chao, cuando se supo el motivo de semejante fenómeno. “Inicialmente se pensaba que este lugar era un cráter volcánico pero en realidad fue un evento violento y ‘de otro mundo’, el impacto de un meteorito que golpeó hace 15 millones de años, lo que llevó a la ciudad de Nördlingen a convertirse en tan curiosa villa. Viajando a unos 25 km por segundo, el objeto de 1 km de ancho se estrelló contra el suelo con tal fuerza que creó un cráter de unos 26 km de ancho y 150 metros de profundidad en el que se encuentra la ciudad”, explica la meteoróloga.
Gracias al trabajo de los geólogos, se descubrió que “el meteorito impactó sobre un depósito de grafito, sometiendo al lecho rocoso a un calor y presión tan intensos que las burbujas de carbono dentro de él se transformaron casi instantáneamente en pequeños diamantes de menos de 0,2 mm de diámetro, apenas visibles para el ojo humano”.
Así pues, los habitantes, “sin saber que la roca, llamada suevita, estaba salpicada de diamantes”, levantaron los edificios casi en su totalidad con la piedra cargada de gemas. “A pesar de tan valioso descubrimiento, ¿por qué no se han derribado estas paredes para extraer esta rica piedra? Básicamente por su tamaño, es tan sumamente pequeño que no tienen valor como gema, a pesar de ser uno de los depósitos más grandes del planeta.
No mucho después de que Shoemaker y Chao visitaran por primera vez Nördlingen, “los geólogos locales estimaron que las murallas y edificios de la ciudad contenían aproximadamente 72.000 toneladas de diamantes”. Un lugar único en la Tierra.