MÚSICA

La impactante imagen de Phil Collins en la gira de despedida de 'Genesis'

Los problemas de salud del baterista y cantante no han impedido que la mítica banda británica derribe la primera ficha de su gira de despedida de ‘The Last Domino’.

Genesis

Sentado y con bastón. Pero con el mismo entusiasmo de siempre. Así ha arrancado Phil Collins la gira de despedida de Genesis, mítica banda de rock británico formada a finales de la década de los 60, a la que el brillante músico llegó como baterista para acabar haciéndose cargo del micrófono tras la salida de Peter Gabriel.

'The Last Domino' es el epílogo de una banda legendaria que ha derribado la primera ficha de la gira en Birmingham, donde se ha podido apreciar en toda su crudeza cuál es el estado de salud de Collins. Arropado por los Tony Banks, Mike Rutherford, Daryl Stuermer y su hijo Nicholas Collins -a la batería, como no podía ser de otro modo- la cara más visible de la formación confirmó lo que era un secreto a voces: su fragilidad.

Phil Collins, en su último concierto.
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Phil Collins, en su último concierto.Bav Media / SplashNews.comGTRES

Los problemas físicos del británico comenzaron en 2009 cuando tuvo que someterse a una operación de espalda a causa de problemas vertebrales. Con el paso de los años, el músico ha requerido más intervenciones que finalmente han acabado afectando a sus nervios.

“Tengo un pequeño grado de discapacidad física, lo cual es muy frustrante porque me encantaría tocar. Pero apenas puedo sostener una baqueta, así que hay ciertas barreras que se interponen en el camino”, aseguró Collins en una entrevista promocional de la gira con la BBC.

Sin embargo, el genio musical, que además de su carrera con la banda cuenta con una sólida trayectoria como solista que le ha reportado numerosos galardones, como un Oscar, no ha querido renunciar a la despedida sobre el escenario de la formación que le lanzó al estrellato.

Con varias fechas previstas en el Reino Unido y otras tantas confirmadas en Estados Unidos, Phil Collins se marchará por la puerta grande. Probablemente no como él hubiera deseado, pero hay que reconocerle el mérito y la gallardía. Es una leyenda. Y se comporta como tal.