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Elizabeth Hurley sube la temperatura con un elegante, provocativo y sugerente 'topless'

La actriz, diseñadora y modelo británica es un perfecto ejemplo de mujer empoderada a la que no le importa el qué dirán ni las críticas por mostrar su cuerpo a los 56 años.

Elizabeth Hurley.

Elizabeth Hurley (56) saltó a la fama de la mano de Hugh Grant (60). Su relación con el actor la puso en el mapa y un escándalo de éste convirtió su vida en una pesadilla durante el verano de 1995. Poco después de que Grant desembarcara en Hollywood, tras éxitos como Lo que queda del día (1993) y Cuatro bodas y un funeral (1994), fue pillado in fraganti con una prostituta en Sunset Boulevard y el suyo sigue siendo uno de los mayores escándalos de la industria que se recuerdan.

Tras aquello, Hugh Grant calificó su actitud de “lamentable”, pidió perdón y de alguna manera logró evitar la ruptura con Hurley, que acabaría llegando definitivamente en el año 2000. Aunque a pesar de lo que pudiera pensarse, ambos mantienen hoy día una buena relación y están en permanente contacto.

Tras aquello, la británica dejó de ser la novia de para labrarse un camino propio que la ha mantenido vinculada al mundo del cine y de la televisión, pero sobre todo le ha permitido centrarse en su carrera como diseñadora y seguir trabajando de modelo en campañas puntuales y para dar visibilidad a su propio trabajo.

Y es que, a sus 56 años, es la encargada de lucir sus creaciones, Elizabeth Hurley Beach es su marca, lo que justifica que sus perfiles sociales sean un escaparate de imágenes suyas en bikini y bañador. Profesionales, provocativas y sugerentes. De una mujer empoderada a la que le da igual el edadismo, es decir, los estereotipos, los prejuicios y la discriminación contra las personas debido a su edad, y las críticas, que las ha tenido.

Especialmente duro fue el ataque del polémico y trasnochado Piers Morgan, periodista que mantiene no deja de hostigar a Meghan Markle, que pidió a Hurley que se pusiera la ropa tras un espectacular posado en medio de una nevada. Obviamente, la británica hizo caso omiso de la impertinencia y ha vuelto a la carga con una nueva versión de aquella imagen. Esta vez sin nieve, pero con la misma sensualidad.

En su última publicación, la modelo y empresaria, vuelve a promocionar alguno de sus diseños con una elegante fotografía reafirmando así su estatus de mujer fuerte e independiente a la que poco o nada le importa el qué dirán. Y si critican, que critiquen.