Qué fue de Richard Dean Anderson, el mítico MacGyver: un pasado glorioso y un misterioso presente
El actor alcanzó cotas insospechadas de popularidad gracias a la icónica serie de los ochenta, que fue un rotundo éxito y cuyo recuerdo permanece imborrable para varias generaciones.
Con una navaja suiza y cualquier objeto que tuviera a mano, Agnus MacGyver improvisaba soluciones y resolvía magistralmente todos y cada uno de los problemas que le fueron surgiendo en los 139 capítulos de las siete temporadas que se emitieron de la serie. MavGyver (no confundir con el remake de 2016) fue un verdadero fenómeno de masas en un mundo que todavía no se regía por internet y que ni siquiera era capaz de vislumbrar la irrupción de las redes sociales.
En aquella época, a mediados de los ochenta, en 1985 concretamente, se estrenó el primer capítulo de una serie que llegó a emitirse en más de 70 países con un éxito arrollador que le valió a Richard Dean Anderson (71) la fama mundial y el apelativo de sex-symbol. No había por aquel entonces nada comparable al magnetismo de un tipo que triunfaba a base de inteligencia y sin usar armas.
Tal fue el aplauso de crítica y público que los responsables de la serie se vieron en la obligación de dar el salto a la gran pantalla con dos largometrajes: Lost Treasure of Atlantis y Trail to Doomsday, ambas de 1994. Cintas que a pesar de su tirón no desviaron a Richard Dean Anderson de su camino, más ligado a la televisón.
En 1997, ya a través de Gekko Films, su propia productora, el artista antes conocido como MacGyver se embarcó en el segundo gran proyecto de su vida: Stargate SG-1, un 'spin off' de la conocida película Stargate (1994) protagonizada por Kurt Russell y James Spader.
La serie, que actualmente se puede ver en Amazon Prime Video y de la que también hay películas y otras secuelas que surgieron posteriormente (Stargate Atlantis y Stargate Universe) es a la postre el último trabajo de Richard Dean Anderson, que desaparció del mapa en 2009.
¿A qué se dedica desde entonces? Pues literalmente no hace nada. Por decisión propia dio un paso al lado y se apartartó del foco mediático para centrarse en cuidar de la hija -Wylie Anderson- que tiene en común con Apryl Prose, con la que estuvo casado de 1996 a 2003. Por lo demás, parece que ha vivido de las rentas. "Es una elección. No pienso realmente en volver a trabajar. No es mi prioridad”, aseguró en una visita a Bélgica en 2016 con motivo de FACTS, una comic con que se celebra en la ciudad de Gante.
“Siempre me ha costado entender y aceptar el fenómeno de la fama. Soy un chico de Minnesota, donde la gente no está interesada en la celebridad o la fama, por apetecible que sea. Además, me estoy haciendo mayor, y ahora eso me avergüenza todavía más", añadía.
Note from Rick
Así las cosas, salvo alguna irrupción estelar como la acontecida en Bélgica, Richard Dean Anderson se mantiene en el más abosluto anonimato. Lo poco o mucho que sabemos de él, más bien lo primero, es a través de su página web en la que que vez en cuando comparte actualizaciones de su vida con el encabezado ‘Note from Rick’.
Gracias a esas pequeñas cápsulas de información, la última del pasado 18 de mayo, sabemos que la COVID-19 no le ha afectado, que vive en algún lugar de California, que de vez en cuando acude a alguna comic con, que desmintió los rumores sobre su muerte en 2019, que es el orgulloso padre de una actriz, escritora y directora, que ama a los perros por encima de casi todas las cosas, que todavía sufre por una lesión de espalda de sus años como MacGyver, que le encanta viajar, que ha denunciado la suplantación de su identidad en las redes sociales que no tiene, que dedica mucho tiempo a escuchar música y que ha prometido en varias ocasiones escribir sobre su vida más a menudo… No está mal para alguien tan celoso de su intimidad.