Frank Cuesta, denunciado por agredir a los vecinos que mataban a sus animales

Frank Cuesta se encuentra en un momento complicado estos días después de verse envuelto en un conflicto con los vecinos de su casa, la cual está al lado del refugio de animales que está construyendo a las afueras de Bangkok.

El herpetólogo, que vivía fuera de la ciudad, en un sitio tranquilo, está viendo cómo se está construyendo una urbanización justo al lado, dando lugar a los problemas que ha expuesto a través de su canal de YouTube.

Su conflicto con los vecinos ha empezado por la cacatúa de Frank, Kaka, la cual no volvió a casa, y a quien tuvo que ir a recoger el extenista en plena madrugada. "Se topó con unas redes que colocan para coger pájaros", ha comenzado señalando, apuntando más tarde que han tenido que amputarle una pata al ave: "Tenía una pata muy mal, ella misma había intentado cortársela y esta deshecha por completo y tuve que tomar la decisión rápida de dormirla y amputarle la pata".

Denunciado y nada arrepentido

Frank Cuesta ha señalado también que ha sido denunciado por haber agredido a los responsables. "Después de todo eso me he ido hacia el sitio [donde estaba la red colocada] y ahora tengo una denuncia por agresión. No me arrepiento de nada", ha confesado.

Y es que ha sido víctima de discriminación pese a tener la doble nacionalidad de español y tailandés: "Después de que te tiren abajo la valla, de que maten a un pavo de un tiro disparando hacia tu casa, después de que maten a animales con veneno... llegas allí y encima te sueltan la típica cosa racista de 'vete a tu país'".

"Tengo grabado al tipo admitiendo que uno de sus trabajadores disparó hacia mi casa para matar al pavo y eso evitará seguramente que me pongan la denuncia. Pagaré lo que cueste el hospital de estos y ya está", ha añadido en su vídeo.

Un refugio lejos de la ciudadanía

El presentador de televisión está ultimando los detalles de la construcción de su nuevo refugio para animales, el cual se encuentra lejos de la ciudad de Bangkok. Un lugar que estaba lejos de la ciudadanía, y que ahora está viéndose encerrado por ella. "Estamos a punto de abrir el santuario, solo queda el portón, la electricidad...Hemos estado allí cinco años y no ha habido problemas hasta que han llegado los humanos", ha apuntado.

Además, sobre posibles nuevos proyectos en televisión, Frank ha señalado que no se lo plantea: "Me están llamando de un montón de programas de televisión, pero quiero evadirme de eso, del ser humano".