Los padres de Katy Perry, acusados de gastarse el dinero de su organización en viajes lujosos
Los familiares de la reconocida artista han recibido acusaciones de haber utilizado las ganancias de su asociación benéfica para pagar sus caprichos.
El nombre de Katy Perry ha resonado en las últimas horas debido a que sus padres han sido acusados de haberse gastado el dinero de las asociaciones benéficas que ellos mismos dirigen en todo tipo de caprichos.
Nunca ha sido un secreto que los padres de la artista estadounidense son devotos religiosos, y es que Maurice Keith Hudson y Mary Christine Perry son pastores evangelistas, y tienen a su cargo una organización benéfica con la que han hecho charlas y conferencias motivacionales por todo el mundo.
Sin embargo, según el diario británico Daily Mail, estos se han gastado el dinero recaudado por su asociación, un total de 178.000 dólares -algo más de 146.000 euros- en vuelos y estancias de hoteles de lujo y retiros espirituales.
Un 96% del dinero recaudado, gastado
Se trataría de un 96% del dinero total que ha recaudado la pareja y que habría destinado a su disfrute personal, sobre todo en hoteles de la cadena Marriot. Pero no son los únicos gastos, pues tampoco han escatimado en gastos de comidas, coches, y otros caprichos.
Además, cabe destacar que la mayoría de las conferencias que han llevado a cabo Maurice y Mary Christine han sido en Hawái y San Diego. La madre de Katy Perry suele decir en cada una de ellas que "sana" a la gente que acude a las conferencias, y el dinero recaudado debería ir a parar a las víctimas de violencia doméstica.
Lo cierto es que ha saltado esta acusación contra los padres de la artista después de que la asociación religiosa presentase la declaración de la renta, y es que solo en 2019 recaudaron casi 200.000 dólares -más de 164.000 euros-, y desaparecieron 178.000 dólares.
Katy Perry, ajena a estos problemas
Por otro lado, Katy Perry no se ha pronunciado al respecto, pero sí ha comentado en repetidas ocasiones que ha recibido una educación muy estricta, siendo enviada cuando era pequeña a un campamento religioso para alejarla de posibles "pecados" y ambientes que podrían ser peligrosos para su crecimiento y desarrollo como persona.