Sarah Kohan explota por las acusaciones de ser infiel a Chicharito: "El padre es Javier"

Sarah Kohan ha decidido salir al paso de los rumores que la acusan de haber sido infiel a Javier 'Chicharito' Hernández. A través de las historias de su perfil de Instagram, la modelo australiana ha mostrado su enfado y ha atribuido el color azul de los ojos de su hijo mayor a la genética, negando de manera contundente que el padre del pequeño fuera en realidad Diego Dreyfus, el entrenador personal del futbolista.

"No tendría que explicar nada, pero las cosas en los medios de comunicación se han ido de las manos. Estoy cansada de los mensajes que señalan que Diego es el padre de Noah, solo por el color de sus ojos. ¡Su padre es Javier! Yo ya estaba embarazada de Noah cuando conocí a Diego. Noah tiene los ojos del mismo color que mi madre. Fin de la historia. Dejen de molestar a mi familia", escribió Sarah.

Los rumores se empezaron a dar en las redes sociales hace unos días en medio de las críticas que está recibiendo el mexicano por su rendimiento sobre el césped con la camiseta de Los Ángeles Galaxy. La tez pálida y los ojos claros de Noah chocan con la piel más morena y los ojos oscuros del jugador, y al ocurrir también con su hija Nala, se avivaron las voces que destacaban la "imposibilidad" de que fueran sus hijos.

Su entrenador personal, Dreyfus, pasa largas jornadas en la casa de los Hernández Kohan, pero tampoco contribuyó a que la especulación llegase a su fin con sus comentarios tanto en las redes sociales como en la radio mientras muchos le señalaban como el culpable de lo que le ocurre a Chicharito. En su testimonio aseguró en tono divertido que mantendría una relación con una mujer casada y con hijos, además de lanzar un mensaje defendiéndose en las redes.

"Me encanta la mente simplista de muchos pseudofans de fútbol que solo repiten la frase 'destruiste su carrera' y me siguen dando fama. Gracias. Este es el virus de México, el que critica desde una vida fracasada y sin logros. Sería chingón que el mexicano al ver a otro mexicano trabajando y rompiéndola fuera del país sintiera orgullo y ganas de apoyar hasta cuando no está en su mejor momento. Especialmente cuando no está en su mejor momento. Pero no hay bronca, yo uso el hate (odio) como gasolina".