Nalbandian y Moyá se quedaron en calzoncillos ante Federer y su mujer por una apuesta
Los dos tenistas tuvieron que cumplir con la prueba después de caer derrotados a la Play Station con otros jugadores como Rafa Nadal y David Ferrer.
Los continuos torneos y viajes a los que se enfrentan los tenistas hacen que entre muchos de ellos se desarrollen relaciones amistad que se fortalecen en la intimidad con competidas partidas a la Play Station. Algunos jugadores españoles como Carlos Moyá, David Ferrer o Rafa Nadal han demostrado ser muy aficionados a esta tradición del circuito ATP, y con ellos sufrió una de las situaciones más incómodas de su vida el argentino David Nalbandian.
En una entrevista para ESPN, el tenista que fuera número tres del mundo y finalista de Wimbledon en 2002 ha confesado el mal rato que pasó tras una derrota a la videoconsola con los jugadores españoles. Los hechos tuvieron lugar en Montecarlo, y caer frente a ellos junto a Moyá provocó que tuvieran que bajar en calzoncillos al vestíbulo del hotel en el que se alojaban. Pero el momento de mayor vergüenza llegó cuando tras salir del ascensor semidesnudo se encontró de frente con Roger Federer y su esposa, Mirka Vavrinec.
El argentino ha explicado que su compañero para los partidos de fútbol era Moyá, y como rivales Nadal y Ferrer: "Era Montecarlo, un hotel súper bueno al lado del casino, y perdimos el partido. Nos tocó perder y teníamos que bajar en calzoncillos, dar una vuelta a una mesa pequeña que estaba a unos metros del ascensor y subir. Era 2004, 2005 o 2006, no sé. Se abre la puerta, vamos a salir y de frente aparecen Federer y la mujer, así, como a tres metros, y nos miran como diciendo: '¿Qué hacen, tarados? Imagínate estos suizos, que aparecemos nosotros desnudos, una cosa de locos", detalló.
"Nosotros nos quedamos como que no nos queda otra, y seguimos, damos la vuelta a la mesa y ellos no podían creer lo que estábamos haciendo. Damos toda la vuelta, nos subimos al ascensor y vemos a Federer muerto de la risa. No sabes lo que nos reíamos", contaba divertido Nalbandian.
"Al día siguiente en el torneo nos seguíamos partiendo de risa. Mirka nos miraba como diciendo 'todavía no puedo creerlo'. Muy guay", continuó detallando. Eso sí, alguna vez les tocó también a Nadal y Ferrer: "A morir, olvídate, ellos también. Era terminar el partido, dejar los mandos y bajar al lobby. Era muy parejo, Charly jugaba un huevo el hijo de p***, era muy bueno", concluyó.