Las dos veces que Pablo Motos estuvo "a punto" de arruinarse gravemente
El presentador detalló las dos ocasiones en las que estuvo a punto de perder su dinero, primero por una estafa y luego por una mala inversión en ladrillo.
Pablo Motos es uno de los presentadores con más éxito de la televisión gracias a 'El Hormiguero', un programa que ha dirigido durante años logrando siempre unas envidiables cuotas de pantalla. Así ha podido amasar una fortuna, pero lo que poca gente sabía era que estuvo a punto de perder todo su dinero por dos malas decisiones. El presentador lo confesó en el espacio de Antena 3 ante la atónita mirada de Nuria Roca, Juan del Val y Marron.
"¿Habéis estado a punto de arruinaros alguna vez?", quiso saber la colaboradora. "Yo gravemente dos veces", replicó contundente un Pablo Motos que ya había conseguido la atención y la curiosidad de sus compañeros, que enseguida quisieron saber cómo de graves habían sido esas situaciones.
"Ahora mismo no se puede calcular", desveló. Y es que el valenciano llegó a firmar un poder a un señor de su confianza por 300.000 euros antes de que le estafara. "Ese hombre me tangó. Luego, me perdonaron parte de la deuda porque era una cosa de publicidad que había firmado por él, porque decía que no tenía tiempo para firmar aquello. Como estaba todo a mi nombre, me cayó la del pulpo", confesó. "Finalmente, la emisora de radio en la que trabajaba me condonó la deuda, pero estuve un añito sin cobrar. Hay quien dice que no se te puede quitar todo el suelo... ¡Falso! sí que lo pueden hacer y estar un año entero viviendo de tus padres", añadió.
La segunda, por una mala inversión inmobiliaria
"También me estalló la burbuja inmobiliaria en toda la boca", anunció antes de descubrir la segunda ocasión en la que estuvo al borde de la ruina. "Tenía unos amigos que estaban invirtiendo pasta y cada vez venían más contentos, me miraban con cara de '¡qué tonto eres!' y yo les decía que prefería invertir en bolsa", recordó. "En Navidad, vinieron y me dijeron que estaban nadando en dinero y que ganaban 600 euros en un día", añadió, y fue en ese momento cuando decidió invertir su dinero en ladrillo. "Decidí meter allí la pasta y a los tres o cuatro días la palmé. Fue una cosa de horas. Era la empresa inmobiliaria done empezó todo, allí tenía yo el dinero", lamentó.
Por su parte, Marron reveló que no le había ido bien en los negocios invirtiendo dinero "en un restaurante y en una tienda de vapeo que ya no existe", mientras que Juan del Val siguió un camino similar al del colaborador. "A lo mejor tengo algunas habilidades, pero la de hacer negocios no. Nosotros una vez invertimos en una tienda de ropa y la cosa salió muy mal. Parecía que aquello era la abundancia y, al final, metimos dinero y lo acabamos palmando todo. En los negocios hay que tener bastante prudencia a la hora de hacerlos y hacer negocios de los que sepas".