CORONAVIRUS

Belén Cuesta reconoce sufrir 'el síndrome de la cabaña' y tener miedo a salir

La actriz ha sido la última invitada de 'El Hormiguero y ha hablado con Pablo Motos sobre sus temores acerca del proceso de desescalada.

Belén Cuesta reconoce sufrir 'el síndrome de la cabaña' y tener miedo a salir

'El Hormiguero' se ha convertido a lo largo de los dos últimos meses en la plataforma perfecta para conocer de primera mano cómo han gestionados algunos de los famosos de nuestro país el encierro provocado por la crisis del coronavirus, así como cuáles son sus opiniones personales sobre este episodio inédito en la historia moderna-

Ayer entró en conexión directa con el programa la actriz Belén Cuesta, última ganadora del Goya a Mejor Actriz Protagonista. La artista, conocida por sus papeles en 'Paquita Salas', 'La llamada' o 'La trinchera infinita', se confesó con Pablo Motos, después de hablar de sus próximos trabajos profesionales, sobre sus temores acerca de la 'nueva normalidad' ahora que la desescalada avanza a buen ritmo por toda España.

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"¿Cómo te ves tú este verano?", le preguntó el presentador antes de despedirse de ella, "¿Te ves directamente tomando un San Francisco en la playa?" La intérprete desveló entonces sus dudas. "Mira, no lo sé, porque eso es lo que me apetece muchísimo. Soy de Málaga, mi familia está allí, desde casa de mis padres se ve el mar, estoy deseando estar allí", reveló previamente a añadir lo siguiente: "Lo que pasa es que yo sí espero que seamos prudentes y que pueda pasar, que podamos realmente ir a la playa dentro de poco porque seamos prudentes".

Fue entonces cuando Cuesta se sinceró sobre su inseguridad ante la situación actual. "A mí todo esto de la desescalada hay un punto que... no sé, quizá es 'el síndrome de la cabaña' o cómo lo llamen", admitió, para reconocer a continuación que siente un "poco de miedo" ante la idea de la salida a la calle de la población. La actriz recordó la importancia de "ir con cuidado para no volver atrás y poder, efectivamente, ir a la playa".

Pero los deseos de Cuesta de poder disfrutar del mar son superiores a sus miedos. "Yo, ojalá, por lo menos a finales de verano sí me gustaría por lo menos poder meter un pie en el mar. A ver qué pasa". Tanto Motos como las hormigas quisieron animarla entonces sacando a relucir su optimismo. "Sí, hombre, sí", afirmaron, convencidos de que todo irá bien en los próximos meses.