Roberto Carlos, ausente por el coronavirus pero con anécdotas para el recuerdo

Este jueves se ha vivido un programa histórico en 'El Hormiguero' por culpa del coronavirus, cuyas cifras de contagio en España han provocado que el espacio presentado por Pablo Motos no haya contado con público y haya tenido que ver cómo uno de sus invitados no podía asistir al estar en cuarentena. El protagonista ha sido Roberto Carlos, que se ha conectado por teléfono después de un positivo de Trey Thompkins que ha obligado al Real Madrid a tomar medidas para evitar la propagación del virus entre todas las secciones del club.

El exfutbolista brasileño iba a asistir de nuevo junto a Julio Baptista, pero finalmente ha sido este último el que ha tenido que presentar en solitario el Corazón Classic Match que en un principio se iba a disputar el 29 de marzo y que ha tenido que ser aplazado por el Covid-19. El que fuera lateral del conjunto blanco ha pedido a la gente que se tome en serio los avisos de las instituciones y que intenten no salir de casa con el fin de acabar con el contagio.

Y es que el coronavirus, además, ha repercutido en la preparación que estaba llevando a cabo Roberto Carlos para volver a pisar el césped del Estadio Santiago Bernabéu. Según ha reconocido, había perdido ya 5 kilos de peso, pero tiene claro que con el aplazamiento va a volver a engordar porque no puede evitar comer. Para verse mejor ante las cámaras, su amigo Baptista ha querido darle un curioso consejo: "Quítate la perilla", comentó entre risas, algo que el brasileño ha descartado hasta el final de la temporada, aunque no ha añadido nada sobre la superstición que confesó en su anterior visita al plató de Antena 3.

Las fiestas y el alcohol en el pasado

Julio Baptista disfruta entrenando en la cantera del Real Valladolid que preside su buen amigo Ronaldo, el mismo que ha prohibido salir de fiesta a sus jugadores. Este dato ha desatado las risas de los dos invitados a 'El Hormiguero', con fama de haber salido a menudo durante su carrera: "Yo creo que en la vida hay etapas. Cuando tienes 17 años vas a salir, lo más importante es que ellos reconozcan cuándo y cómo. A mis jugadores les dejo que salgan, pero no el día antes del partido porque va a perjudicar su rendimiento", explicó Baptista.

Por su parte, Roberto Carlos explicó que durante su etapa en Rusia no se metía en la vida privada de los jugadores, aunque "ponía las sesiones a las 9 de la mañana para que estuviéramos juntos para desayunar". Además, destacó que ya no bebe sino que comercia con la bebida: "El vodka allí (en Rusia) es demasiado, pero yo ya no bebo. Pablo, te he guardado una botella del vino que comercializo y te la llevaré cuando pueda. Me han dicho que no da resaca, así que será bueno", explicó.

La curiosa anécdota de Roberto Carlos en un restaurante

El defensa mostró su carácter jovial habitual y no dudó en revelar algunas anécdotas divertidas que ha vivido en el pasado o las bromas que le gasta a su mujer llamándola por teléfono y preguntando por él con voz de mujer. Pero sin duda, la que más gracia ha hecho a los presentes en el plató ha sido la que vivió en un restaurante de París: "Estaba en una cena romántica y pensé que una servilleta era para comer. La metí en agua y no paró de crecer. Menos mal que Marianna me dijo que me estaba equivocando. Soy un chico humilde de Brasil que va a un restaurante en París a una cena romántica, imagínate la situación", confesó antes de añadir que su padre vivió un momento similar bebiéndose el agua con limón para limpiarse tras una mariscada.

El alegato de Pablo Motos contra el coronavirus

"Estamos en medio de una situación que no sabemos cuánto va a durar. Como en un trauma, estamos en la primera fase, la negación. La segunda, el enfado. La tercera es la tristeza. Luego vienen las buenas, la aceptación y la superación. ¿Para qué sirve todo esto? Para que las fases duren lo menos posible, cuanto antes lo aceptemos mejor (...). Esto me ha servido para darme cuenta que hace unas semanas daba mucha importancia a las redes sociales y ahora todo eso da igual. Las personas no nos podemos tocar. El coronavirus es fuerte, pero el amor lo es más", expresó el presentador.