BOXEO

Tyson Fury explica la razón por la que se masturba siete veces al día

El púgil británico, que se enfrentará por segunda vez en febrero a Deontay Wilder, ha comentado su particular entrenamiento para el combate.

Tyson Fury explica la razón por la que se masturba siete veces al día

El próximo 22 de febrero será una fecha clave para todos los aficionados al boxeo del planeta. Y es que Las Vegas se convertirá ese día en el escenario del cara a cara más esperado del año: la pelea que volverá a enfrentar a Tyson Fury y Deontay Wilder dos años después de su combate en Los Ángeles, saldado finalmente con un empate tras 12 rounds brutales de puñetazos (la decisión del nulo, que permitió al estadounidense retener el título mundial de peso pesado de la WBC, trajo mucha cola).

Ampliar
FREDERIC J. BROWNAFP

La oportunidad que tiene ahora The Gypsy King de tomarse la revancha ante el estadounidense y volver a hacerse con el preciado cinturón de campeón, viene acompañada por tanto de mucha presión. Y el británico, que se encuentra ya en Estados Unidos y va a por todas, está por ello tomándose muy en serio su preparación física. Además, tal y como ha confesado en una rueda de prensa, su puesta a punto no consiste únicamente en ejercicio y dieta.

Y es que Fury ha manifestado estar "haciendo muchas cosas que antes no hacía" para llegar con el mejor estado de forma posible al ring. Entre ellas, una muy llamativa: la masturbación. "Me masturbo siete veces al día para mantener mi testosterona bombeando", confesó el boxeador, que insistió en explicar más a fondo esta particular práctica, explicando que tiene que "mantenerse activo" y "con la testosterona fluyendo" para la pelea. "No quiero que bajen los niveles", concluyó el británico, muy seguro de este aspecto tan particular de su plan de entrenamiento.

Al margen de ello, The Gypsy King también ha contado que come de cinco a seis veces diarias y bebe ocho litros de agua cada jornada. Todo ello con ánimo de no decepcionar en su esperadísimo regreso al ring, que puede poner el colofón  a una historia de superación importante. Y es que hay que recordar que en el año 2016, el boxeador abandonó todos sus títulos para ingresar en rehabilitación por sus problemas con las drogas y el alcohol.

El proceso de recuperación fue largo y complicado y estuvo precedido por una oscura época en la que Fury padeció una depresión y subió hasta los 180 kilos debido a su descontrolado consumo de cervezas. De hecho, hace solo unos días, el británico compartió en Instagram una instantánea de aquel periodo a la cual acompañó de un mensaje de motivación muy inspirador. Ahora, el boxeador podría completar del todo su redención más dulce si consigue vencer a Wilder en febrero.