Desirée Rodríguez, ex de 'Gran Hermano', en la ruina "por culpa" de su familia: "Los odio"
La sevillana ha narrado en una entrevista su infierno económico, así como su turbulento recorrido vital desde su salida del reality.
Formar parte de uno de los formatos más exitosos de la pequeña pantalla de nuestro país, 'Gran Hermano', supone de primeras una oportunidad muy exclusiva. La visibilidad mediática y los jugosos salarios que cobran aquellos que participan en el programa de telerrealidad (incluso en sus ediciones anónimas) pueden garantizar un pellizco económico importante. Sin embargo, no a todos los exconcursantes les sonríe la fortuna de forma permanente.
Y este parece haber sido el caso de Desirée, 'Dessy', Rodríguez, mujer transgénero que logró convertirse en la tercera finalista de 'Gran Hermano 14', emitido en 2013. La sevillana, que entonces era esteticista, ha concedido hoy una entrevista a Jaleos en la que se ha sincerado sobre los muchos obstáculos que ha tenido que enfrentar en los últimos años, y que han provocado que se encuentre actualmente en una situación muy precaria.
La exconcursante ha declarado estar completamente arruinada debido a una complicada historia familiar. Según ha relatado, sus padres rehipotecaron su casa de Umbrete para comprarse un piso en Almería, pero al poco tiempo, su progenitora comenzó a vivir con otro hombre en este último apartamento y "se llevó todo, dejó las cartillas a cero euros: la de mi padre, la mía, todas. Se fue con el otro y nos dejó en la miseria más absoluta".
Este no fue el único golpe duro al que tuvo que enfrentarse Desy, pues con la muerte de su padre se topó con otra circunstancia adversa: le forzaron a renunciar a la vivienda familiar de Umbrete. "Me engañaron. Al morir mi padre, mi familia me sugirió, más bien me ordenó, que renunciara a mi parte de la herencia. Me dijeron que había más deudas que beneficios y que había muchas cosas que pagar, como el piso de Almería. Ahora por culpa de ellos me veo sin nada. Los repudio", ha manifestado la exconcursante, que también ha añadido que sus familiares se deshicieron de todos sus objetos personales y muebles y llegaron incluso a cambiar la cerradura para impedirla entrar en el hogar.
La situación actual de Desy, como ella misma ha expresado, es casi insostenible: "Estoy en paro, no tengo dinero y mi familia una vez más me da la espalda. Los odio. Cada vez que estoy mejor económicamente vienen a aprovecharse y cuando los necesito, no están". La sevillana también ha contado que estuvo un tiempo trabajando en Italia como camarera de piso y que desde que ha vuelto se aloja en casa de una prima. Pero sus sentimientos están claros y asegura no querer dar ni una oportunidad más a aquellos familiares responsables de su ruina: "Para mí están muertos".
El recorrido vital de Desy tras su salida de 'Gran Hermano', y más allá de sus dificultades económicas, fue muy movido y nada fácil. La exconcursante incursionó en el mundo del porno, se fue a trabajar a Italia, hizo de chica de la limpieza en un minúsculo pueblo cerca de Astorga y desapareció un tiempo de forma imprevista para hacer un 'retiro espiritual', episodio sonado porque, tras no dar señales de vida, saltaron las alarmas. Sobre esto último Desy también ha querido arrojar luz en la entrevista: "La gente pensó que me había suicidado o que me habían matado. Nada de eso. Simplemente estaba meditando".