El nuevo fracaso empresarial de Victoria Beckham: su canal de Youtube se hunde
No todo brilla en el imperio de negocios de la diseñadora, y su última aventura como 'youtuber' le reportaba tan solo 28 euros diarios.
Victoria Beckham es una de las celebrities más conocidas del mundo por una variedad de motivos muy distintos: su mediático matrimonio con David Beckham (con el que este año cumplió 20 años de casados), su pasado como integrante de las Spice Girls, la banda de pop femenina más exitosa de la historia de la música o su apasionada aportación profesional al mundo de la moda son credenciales difíciles de superar. Sin embargo, y pese al aura de éxito que le acompaña desde hace ya varias décadas, la británica lleva ya un tiempo afrontando graves problemas en el frente empresarial.
Y es que las diversas líneas y establecimientos que integran su marca de ropa han estado encadenando números rojos varios años consecutivos. El pasado año, las pérdidas ascendieron a más de 10 millones y Victoria se vio obligada a despedir a 60 trabajadores de su tienda en el exclusivo barrio londinense de Mayfair. Los resultados financieros de 2019 tampoco parecen ir a ser muy positivos. Y ahora, a todo ello se le suma otro fracaso en menor escala: según el medio Mail on Sunday, la empresaria ha tenido que renunciar a lograr monetizar su canal de Youtube.
Se trata de un proyecto que Victoria puso en marcha en 2012 y que ha tratado de hacer reflotar este año promocionándolo como una ventana para poder conocer "su verdadero yo". Los vídeos suponían una mezcla de consejos de belleza, escenas de la vida doméstica, publicidad de productos, 'insights' a su trabajo e incluso algunos monólogos temáticos articulados en tono humorístico. La última entrega consistía en un making off del desfile de su firma durante la pasada edición de la London Fashion Week.
Pero ni la cifra de suscriptores (alrededor de 109.000) ni el número de visitas han resultado suficientes para rentabilizar la costosa producción que hay detrás de cada uno de los vídeos. Al parecer, los ingresos se estaban limitando tan solo a 25 libras diarias (unos 28 euros), y dado el equipo humano y material que exigía prepararlos, realizarlos y ponerlos a punto, las pérdidas estaban siendo en comparación bastante sustanciales.