Mad Cool 2019 consigue la estabilidad y el perdón del público
Más de 185.000 personas han pasado por el festival madrileño durante cuatro días. El sábado, con The Cure como gran reclamo, fue el día grande
Por primera vez en cuatro ediciones, Mad Cool cierra en 2019 de forma asentada, estable, tranquila, y con el beneplácito de los más de 185.000 asistentes que han pasado por el recinto IFEMA - Valdebebas durante la Welcome Party del miércoles y los tres días posteriores de festival.
Tras la primera prueba, en horario y aforo reducido respecto al resto de de días, Rosalía, Lykke Li y Bring Me The Horizon consiguieron disipar las dudas surgidas en ediciones anteriores acerca de la capacidad organizativa y la idoneidad de realizar un festival de gran tamaño en Madrid.
En esta ocasión, el aperitivo dio paso a tres días de música, buen ambiente y sin sobresaltos. Quizás este último punto sea el más importante de todos. No hay nada mejor para garantizar la viabilidad del proyecto a medio plazo, que demostrar que los asistentes van a poder disfrutar de todos los servicios que hay dentro del recinto y de una experiencia positiva desde que entran por las puertas hasta que se retiran a sus casas.
Cartel sin grandes cabezas y año complicado para los festivales
La asistencia ha sido uno de los motivos por los que este año si se ha podido disfrutar de todo lo que ofrece el Mad Cool dentro del recinto. La ausencia de grandes grupos girando este año por los festivales europeos, la competencia feroz el mismo fin de semana del BBK y el NOS, y un cartel conformado principalmente por una gran zona media han hecho que el sábado, día con mayor afluencia de público, se llegara a la cifra de 50.000 asistentes, sobre los 75.000 de aforo máximo.
Queda en el aire la pregunta de qué hubiera pasado si durante los tres días se hubiera llenado el aforo, como ocurrió en la edición de 2018, y de si la organización tomará nota para la próxima edición, ya confirmada para los días 9, 10 y 11 y reducirá más el aforo para evitar situaciones como las que se vivieron el año pasado.
Una edición de menos a más con The Cure como grandes triunfadores
Cada uno de los tres días del festival fue de menos a más, musicalmente y también a nivel de asistencia. The Cure cumplió con creces su papel de cabeza de cartel y gran reclamo, y los de Roberth Smith estuvieron durante más de dos horas deleitando al público con 27 temas que recorrieron toda su trayectoria musical. Sin duda, será uno de los conciertos más recordados de toda la trayectoria del Mad Cool.
Los Smashing Pumpkins también salieron reforzados del recinto madrileño. La banda de BIlly Corgan, que llegó ataviado con una solemne sotana negra, realizó un viaje sonoro por los grandes temas del grunge de los 90 y, junto al guitarrista de la formación James Iha, logró una gran conexión con el público madrileño. Sin ir más lejos, durante el recital se pudo ver en varios momentos sonreir a ambos y disfrutar del ambiente de aclamación que se vivió en el escenario Madrid te abraza
Bon Iver y The National, los otros grandes cabezas de cartel, no lograron el consenso del público asistente de igual forma que The Cure y los Smashing, aunque ambos hicieron disfrutar a todos sus fans.
En el capítulo de sorpresas agradables, cabe mencionar por encima de todos a Vampire Weekend y a Greta Van Fleet. Los neoyorkinos, con Ezra Koenig a la cabeza, hicieron gala de su buen sonido en directo en la jornada del jueves, y los de Michigan demostraron que son los nuevos abanderados del rock con un grandísimo concierto en la jornada del sábado justo tras el recital de The Cure. El escenario Mad is Cool se quedó pequeño para disfrutar de las guitarras de la banda estadounidense y los agudos de Jake Kiszka.
The 1975 supo sobreponerse a la adversidad de tocar a la misma hora que The Cure y ofreció también un gran espectáculo ante el "poco" público que decidió elegir el concierto de la nueva generación británica del indie.
Cabe destacar también la serenidad con la que Noel Gallagher y su banda hicieron disfrutar en la jornada del jueves a los miles de asistentes con himnos de Oasis como Wonderwall, Stop Crying Your Heart Out y Don´t Look Back in Anger.
Por último, nos quedamos también con el enorme acierto de la organización al programar el concierto de Years & Years como el último del festival en esta edición. Olly Alexander, el líder de la banda británica, se hizo con los mandos del escenario Mad Cool y con una energía desbordada, llevó al éxtasis a los asistentes que decidieron aguantar hasta el final. Su archiconocido tema King sirvió para poner el broche de oro a una edición marcada por la buena organización dentro y fuera del recinto (accesos y transporte a través de lanzaderas de EMT, taxis y VTC) y el disfrute de los asistentes.