La espontánea de la Champions: 3,5 millones en publicidad y multa de 15.000 euros

El partido de la Champions disputado el pasado sábado entre los clubs ingleses del Tottenham y el Liverpool tuvo una protagonista extradeportiva de gran impacto en la figura de Kinsey Wolanski, modelo rusa que interrumpió momentáneamente el encuentro al colarse en el campo con un bañador en el que promocionaba el canal de contenido para adultos 'Vitaly Uncensored', detrás del cual se encuentra su novio, el youtuber ruso Vitaly Zdorovetskiy.

El acto de Wolanski, aunque no fuera recogido por las cámaras que retransmitían el partido, acabó por volverse viral en redes y ha tenido una avalancha de consecuencias muy diversas. Económicamente, la joven tendrá que hacer frente a una multa de 5.000 euros por su irrupción en el césped y atendiendo al reglamento de la UEFA para los casos de primera infracción.

A esto hay que sumarle los 10.000 euros que tendrá que abonar por publicidad no adecuada en un evento deportivo. Unas cantidades que contrastan con el impacto que habría generado en cuestión de publicidad gratuita, y que ascendería a 4 millones de dólares (3,55 millones de euros), según ha calculado el grupo de análisis Apex Marketing Group.

Los reveladores números no solo se aplican al aspecto económico del 'show' orquestado por la modelo bajo la batuta del youtuber: la joven también logró cosechar casi 3 millones de seguidores en las redes sociales tras su abrupta aparición en el campo. Una actuación que fue muy jaleada por el propio Zdorovetskiy, el primero en animar a los internautas a seguir a su novia tras el éxito de su operación. Eso sí, el subidón inicial ha quedado frenado con el bloqueo de la cuenta de Instagram de Wolanski, como ella misma anunció hace varios días desde Twitter.

Visto el resultado de su plan y el júbilo del que ellos mismos han hecho gala, no parece que la multa vaya a afectar en exceso a la pareja. El canal de 'Vitaly Uncensored' y la propia Kinsey Wolanski fueron de los temas más buscados a nivel global en Internet tras el suceso, y la repercusión obtenida ha sido impresionante. Hay que recordar que el youtuber ruso es un experto de estas escenas 'espontáneas', pues ya protagonizó un episodio parecido en 2014 al colarse en la final del Mundial de Brasil entre Alemania y Argentina, y desde entonces, tiene prohibida la entrada a los estadios.