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Los ‘atributos’ de Cristiano divierten las fotos de los turistas de Madeira

Se extiende una divertida e impúdica costumbre entre los visitantes de su isla natal a la hora de fotografiarse junto al enorme monumento que le representa.

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Los ‘atributos’ de Cristiano divierten las fotos de los turistas de Madeira

El jugador de la Juventus, Cristiano Ronaldo, cuenta ya con varias historias memorables relacionadas con sus estatuas homenaje. Y la última de ellas tiene que ver con la divertida e impúdica costumbre que se ha extendido entre los visitantes de su isla natal a la hora de fotografiarse junto al enorme monumento que le representa.

Resulta inevitable preguntarse qué pensará el exmadridista del hábito que parece estarse popularizando entre aquellos que se paran a admirar su réplica de bronce en Funchal, capital de Madeira. La escultura, de 3,4 metros de altura y un peso de más de 800 kilos, se haya situada junto al lujoso hotel que tiene el futbolista en el puerto, y el detalle con el que está cincelada no ha escapado a los paseantes. Concretamente, es el "paquete" del delantero lo que más atención despierta entre los turistas, que se han acostumbrado a posar tocándolo ante la cámara. El periódico matutino portugués Correio do Manha ha recolectado una galería de estos originales posados, y es que la gracia se ha vuelto tan usual que al parecer la zona genital de la estatua experimenta ya un claro desgaste.

No es la primera afrenta que sufre la escultura del futbolista, que a comienzos del 2016 y tras el quinto logro del Balón de Oro por parte de su rival Leo Messi, apareció con la espalda graffiteada con el número 10 que luce el argentino en su camiseta.

Los otros "Cristiano": el de cera y el... irreconocible

El astro del balón cuenta con varias figuras más repartidas por el globo, incluídos, como no podía ser de otra manera, los museos de cera. En particular, su tributo en la galería de Madrid se ha convertido en una de las principales atracciones del recinto, aglomerando filas de fanáticos y bromistas deseosos de hacerse un selfie ante el homólogo petrificado del delantero. Cristiano ha sido tan escrupuloso en cuanto al parecido de su estatua que incluso ofreció a su peluquero personal para que fuera de cuanto en cuanto a arreglar y retocar el cabello de la réplica. Y esta debía de gustar bastante al portugués, porque ordenó que le hicieran una copia exacta para mandar a su museo de Madeira.

Cosa aparte ha sido siempre el infame busto del aeropuerto que lleva su nombre, también en su isla natal. Este verano las autoridades se decidían por fin a cambiar la cabeza del portugués creada por el escultor local Emanuel Santos, que despertó una oleada de burlas y críticas por su escasa semejanza con el verdadero Cristiano. La iniciativa de canjear el malogrado busto por otro más próximo al rostro del futbolista fue motivada por una petición de la propia familia de CR7. Aparentemente, el hermano del jugador llegó a declarar que la de la escultura “No era su cara”.