Charlie Sheen se niega a mantener a sus hijos por tener menos de 10 millones
El actor alega que está en la lista negra de Hollywood y no consigue trabajo, por lo que tiene muy difícil pagarles la pensión.
Charlie Sheen atraviesa un momento complicado como profesional en Hollywood, lo que le impide llevar una cómoda vida personal. Tal y como afirma la revista People, el que fuera el actor mejor pagado de la televisión estadounidense con la serie Dos hombres y medio, ha tenido que pedir un cambio en la custodia de sus cuatro hijos menores de edad.
Samantha y Lola son fruto de su matrimonio con Denise Richards, con quien estuvo casado entre 2002 y 2006, mientras que los gemelos Max y Bob lo son de su siguiente enlace con Brooke Mueller, con la que estuvo entre 2008 y 2011. Tiene otra hija de 33 años de su relación con Paula Speert, su novia del instituto.
El problema de Sheen según apunta el mismo medio es que no puede mantenerlos como exige la orden judicial, ya que ha visto cómo sus ingresos se reducían drásticamente llevándole a una "crisis financiera extrema". El actor asegura que tiene "menos de 10 millones a su nombre" y que ha entrado en una lista negra de Hollywood que le impide encontrar un trabajo estable.
Además, el intérprete tiene una deuda acumulada con Hacienda por valor de cinco millones de dólares, que se suman a lo que también debe por servicios de jardinería en su domicilio que aparecen en los documentos recogidos por People como "antiguos vencimientos".
Una vida entre la polémica y el derroche
Charlie Sheen no se caracteriza por ser uno de los chicos buenos de Hollywood. En 2011 necesitó entrar en una clínica de rehabilitación y acabó despedido de forma repentina de la exitosa serie Dos hombres y medio después de insultar al creador, a Chuck Lorre. Su respuesta fue matar al personaje de Sheen y contratar a Ashton Kutcher.
En esos mismos meses se enteró de que era portador del virus del VIH, aunque no lo hizo público hasta 2015. Un año después fue demandado por Denise Richards por 1,1 millones por no abonarle la manutención de sus dos hijas. Tras ello, decidió dejar una vida de excesos y mudarse a México.