La broma de Bill Cosby sobre el movimiento #MeToo

Después de que hace unos días Floyd Mayweather bromeara sobre el movimiento #MeToo al desconocer que es una iniciativa promovida en las redes sociales a raíz del escalofriante caso de Harvey Weinstein en el que las mujeres denuncian que han sido víctimas de acoso sexual, se ha conocido que el actor Bill Cosby también bromeó sobre ello haciendo un comentario jocoso que en su caso está mucho más fuera de lugar por conocer perfectamente de qué se trata y por el largo historial de denuncias de agresiones sexuales que pesan sobre él.

Según recoge el diario Philadelphia Inquirer, el intérprete cenó en un restaurante italiano de su Filadelfia natal con un amigo de la infancia y con un grupo de publicistas y reporteros. Su primer "chiste" fue sobre un entrante de penne, un tipo de pasta, acompañado de salchichas pero el que hizo después de la cena sobre el movimiento #MeToo fue de lo más inapropiado.

Esta broma vino justo después de que una periodista se despidiera de él estrechándole la mano y a Cosby se le ocurriera hacerle una irónica petición, "Por favor, no me pongas en el #MeToo".

Esta fue la primera vez que Bill Cosby era visto en público desde que el pasado mes de agosto se declarara nulo el juicio al que se volverá a someter el próximo 2 de abril, en el que está acusado de haber drogado y agredido sexualmente a una mujer en el año 2004 y se enfrenta a una condena de 10 años de cárcel. El primer proceso resultó nulo porque el jurado no fue capaz de llegar a un veredicto unánime y para el segundo, Cosby ha contratado al abogado Tom Mesereau, con quien Michael Jackson resultó absuelto de su juicio por abuso de menores. Durante la cena, le preguntaron por cómo se encuentra de cara a este nuevo proceso judicial y el actor se mostró confiado afirmando que están "preparados".

Según recoge El País, más de 60 mujeres han acusado a Bill Cosby de agresiones sexuales, que él desmiente rotundamente, pero solo se enfrenta a cargos criminales en este juicio porque las otras acusaciones eran muy antiguas y los hechos han prescrito.

La denunciante es Andrea Constand, una mujer a la que conoció cuando él tenía 66 años y ella 30 en la Universidad de Temple (Filadelfia), de la que él era patrono y ella trabajaba como directora de operaciones del equipo de baloncesto. Los hechos que se juzgan tuvieron lugar en la casa del actor en Cheltenham, en los suburbios de Filadelfia, y Cosby ha admitido que tocó a Constand pero afirmó que fue una relación consentida. Durante el proceso, el actor también reconoció haber suministrado sedantes potentes —ahora ilegales— a mujeres con las que quería mantener relaciones sexuales.