¿Hay algo en el universo, alguna fuerza mayor, que pueda estropear el momento en el que suena el timbre y el repartidor trae una caja calentita con una deliciosa pizza dentro? Pues parece que sí. Esto es la historia de la pizza que ha conmocionado a muchos medios deportivos.

Todo comenzó cuando un aficionado del Manchester United pidió una pizza en la que se encontró a Pep Guardiola. O al menos sufrió lo que se llama pareidolia y encontró entre el queso fundido el rostro del entrenador. James Haggerty, que así se llama el buen hombre, conmocionado por la sorpresa, llamó al local para que le cambiaran la pizza por otra, y el responsable de la pizzería se negó.

Haggerty, visiblemente dañado en lo moral y en lo emocional, declaró que les denunciaría a todo, y ahora exige que le devuelvan las 7,50 libras que le costó la pizza y 5000 más por el disgusto. Claro, la noticia es como para hacerse eco.

Ahora bien, nada de eso ha ocurrido de verdad. El Sunday Sport es un tabloide inglés al estilo de El Mundo Today, que ha logrado colársela por la escuadra a numerosos medios de nuestro país. En menos de cinco minutos rastreando la web se podía comprobar fácilmente que las exclusivas del Sunday Sport son del tipo "encontrado un avión perdido en la luna", "el secreto mejor guardado de la Segunda Guerra Mundial: Adolf Hitler era una mujer" o "le echan del ISIS por llevar zapatillas del Aldi".

Por si la sátira de sus noticias no fuera suficiente, con mirar durante un rato el fotomontaje de la cara de Guardiola y la pizza, uno duda de la buena definición del rostro en la misma, casi hecho por una impresora 3D. ¿De verdad alguien pudo creer esta historia en algún momento? .