EL ÚLTIMO AGUJERO

¡Runners!: Así es como se abrochan bien las zapatillas

Ahora que salir a correr está más de moda que fotografiar la comida, explicamos cuál es el uso real del último agujero

¡Runners!: Así es como se abrochan bien las zapatillas

La fiebre del "running" se extiende por todo el mundo como si de una epidemia de 'The Walking Dead' se tratase. Eso sí, cambiando los zombies por corredores empedernidos dispuestos a rebajar sus marcas en las cientos de pruebas populares que no paran de aflorar.

Olvidándonos de los que alaban este 'boom' por el deporte personal y de los que alertan de sus riesgos para la salud si se somete al cuerpo a demasiado esfuerzo, queremos explicar algo que a todas luces es útil para los que practican el deporte.

Es algo que las madres llevan enseñándonos desde que somos niños, pero que si queremos "dedicarnos" a correr hay que perfeccionar ligeramente para evitar sustos: atarnos correctamente las zapatillas.

'El último agujero'

Que las zapatillas estén perfectamente fijadas al pie previene de caídas, de lesiones y de dolores por pisar de forma incorrecta. Pero para eso hay que saber utilizar a la perfección los recursos que, sin saberlo, nos aporta nuestro calzado.

Y aquí entra en juego el mítico "último agujero" de las deportivas, ese que está arriba del todo y que parece que si te lo abrochas te quedas sin circulación en el pie. Pero no. Si lo haces correctamente, te garantizas muchos beneficios.

Por pasos

Vamos a exponer, paso por paso, cómo hay que atarse los cordones teniendo en cuenta ese "último agujero", y logrando que la zapatilla quede perfectamente fijada sin cortar la circulación.

- Lo primero, introducir el cordón por el mítico "último agujero", pero sin llegar a apretarlo, dejando la lazada abierta. Hacerlo con ambos lados.

Paso 1
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Paso 1

- Lo segundo, introducir cada cordón por la lazada abierta que hemos dejado en el lado contrario, haciendo el "intercambio".

Paso 2
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Paso 2

- Lo tercero, apretar de ambos lados y atar los cordones como normalmente. de esta forma, la fuerza de la lazada no oprimirá al pie, y al mismo tiempo se logrará una sujección que impedirá que se abran los cordones y la zapatilla se suelte según corramos.

Paso 3
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Paso 3

- Lo cuarto, correr. Ahí ya, cada uno lo que pueda. Para eso no hay consejo, más que garantizarte una zona con bares por si se te da mal y tienes que recuperar fuerzas.