Kyrgios-Tsitsipas: brillo, episodios sonados y Nadal en el horizonte
Australiano y griego mantienen una amistad curiosa. Hoy, siendo las mayores amenazas en el lado del cuadro del balear, se enfrentan por un puesto en octavos.
La suerte no sonrió a los tenistas españoles en el sorteo de Wimbledon. Carlos Alcaraz, sin ir más lejos, deberá enfrentarse al italiano Jannik Sinner, 13º del mundo, en octavos de final, dentro de una parte alta del cuadro que se antoja realmente complicada, con Novak Djokovic mostrando un nivel excelso, intimidante, de campeón que quiere revalidar título. La baja, sin embargo, pese a que también se planteaba muy complicada, se ha ido despejando con mayor celeridad. Marin Cilic, que llegaba a gran nivel tras ser semifinalista en Roland Garros y Queen’s, fue el primero en abandonar debido a la COVID. Tras él, siguió Matteo Berrettini, por el mismo motivo. Ya con la baja confirmada del subcampeón, era Félix Auger-Aliassime quien decía adiós al torneo de forma sorprendente. En su caso, en la pista, perdiendo frente a Maxime Cressy, 45º del mundo, pero gran sacador.
Camino casi despejado para Rafa Nadal, con todavía algún peligro en su hipotético camino hacia la final. En cuartos, el tenista español podría encontrarse con Taylor Fritz, 14º del mundo y verdugo en Indian Wells (con los problemas costales del balear); en semifinales, con Setafons Tsitsipas o Nick Kyrgios, que se enfrentan en el duelo estelar de tercera ronda. A día de hoy, seguramente, las dos amenazas más grandes para los intereses de Nadal. La amenaza del griego, 5º del mundo, no necesita justificación; la del australiano, 40º, cuenta con muchos argumentos. Él mismo lo siente así, y eso lo hace aún más peligroso. “Quiero recordarle a la gente que soy muy bueno. Este es el torneo que marco en mi calendario, que estoy esperando todo el año. Es el Grand Slam en el que tengo más oportunidades”, señalaba Nick tras exhibirse ante Filip Krajinovic. Un aviso de lo que es capaz.
Frente al serbio, Kyrgios jugó uno de sus mejores partidos de los últimos tiempos (6-2, 6-3 y 6-1). Casi sin excentricidades y sacando lo mejor de su poderoso tenis. Y ante un rival importante: Krajinovic, 31º en el ranking, llegaba de alcanzar la final en Queen’s. En su primer set frente al australiano, sin embargo, no pudo rascar ni un punto al resto. Finalmente, fue arrollado por 24 saques directos y un 93% de puntos ganados con primeros servicios. Antes de llegar a Londres, Nick ya se presentaba como una amenaza; ahora, todavía más. Como Tsitsipas, que ha confirmado su mejoría sobre hierba tras adjudicarse el Mallorca Championship, su primer trofeo en la superficie, ante Roberto Bautista. En 2019 y el año pasado, se despidió en primera ronda de Wimbledon. Ahora, la historia ha cambiado. Ahora, como Nick, se presume como uno de los mayores peligros para Nadal. De los dos, uno se quedará fuera hoy.
Una amistad sonada
Stefanos y Nick, Nick y Stefanos se conocen bien. Sobre todo, fuera de las pistas. Dentro, se han enfrentado en cuatro ocasiones, con tres victorias para Kyrgios. En 2019, decidieron formar pareja de dobles en Washington y, desde entonces, mantienen una curiosa relación, marcada por sus imprevisibles personalidades. “Creedme, odia perder, no me lo esperaba. Es la oveja negra de la ATP, le gusta llamar la atención, pero no hay nada de malo en eso”, explicó el jugador griego tras caer junto al australiano en Estados Unidos. “Estoy muy emocionado de enfrentarme a él. Le respeto mucho, aunque haya tenido episodios muy polémicos en el pasado”, remarcaba esta semana, tras conocer su enfrentamiento. Su relación no ha impedido que, en sus pocos enfrentamientos, la polémica se haya abierto paso, como en su reciente partido en Halle, donde Kyrgios rompió la raqueta y cargó, precisamente, contra Nadal. Fuera del ámbito deportivo, fue especialmente sonada la broma de Tsitsipas al jugador australiano por su 25º cumpleaños, en 2020. El griego, a través de Instagram, hizo público el número de teléfono de su excompañero de dobles, provocando una avalancha de mensajes. “¡Eres un completo idiota! Dejad de llamarme”, le respondía el propio Kyrgios. Nick y Stefanos, Stefanos y Nick.