El proyecto Gauff

La final del cuadro femenino del US Open contará este sábado (22:00, Movistar+) con las dos tenistas en mejor estado de forma del circuito: Coco Gauff y Aryna Sabalenka. La estadounidense de 19 años y 6ª del ranking está en racha de 11 triunfos tras ser campeona en Washington y en Cincinnati y la bielorrusa de 24 será el próximo lunes nueva número uno del mundo, después de alcanzar, como mínimo, las semifinales en sus últimos cinco Grand Slams.

Sabalenka, que acumula 50 victorias esta temporada, más de las conseguidas en ninguna otra, sabe que lo tendrá difícil en cuanto a apoyo en las gradas, porque Gauff es la favorita del público. En Nueva York esperan que sea la cuarta campeona local en lo que va de siglo tras las hermanas Serena (su ídolo) y Venus Williams y Sloane Stephens.

La tenista de Delray Beach ha progresado mucho después de Wimbledon con su nuevo entrenador, el español Pere Riba, que estuvo dos años con la china Qinwen Zheng y la hizo Top-20. “Me iba de vacaciones cuando me llamaron su padre (Corey) y su agencia (Team 8, participada por Roger Federer) y me motivaba mucho el proyecto, porque yo la había seguido y sabía que tenía un margen de mejora muy grande”, cuenta a AS y a El País el extenista barcelonés de 35 años, que fue 65º del mundo en 2011. “Hicimos un periodo de prueba de dos semanas y conectamos bien. Es muy buena persona, tiene una educación excelente, trata a todo el mundo genial y es supertrabajadora, muy ambiciosa y tiene hambre de mejorar”, añade Riba, que explica cuáles eran los puntos débiles de Coco. “Tenía problemas con la derecha y queríamos potenciar su juego de pies y la colocación en la pista, que no era buena. También restaba muy delante y la convencimos de que diera unos pasos atrás porque le sobra físico. Lo hizo y funcionó. Lee mejor los partidos y a nivel mental se nota más fuerte”.

Sin presión

Pere, que cuenta con el veterano Brad Gilbert (fue entrenador de Agassi y Roddick, entre otros) como asesor, defiende el proceso por encima de los resultados. “Si entiende lo que tiene que hacer y cree en ello, llegarán”, y habla del carisma que tiene su pupila. “A todos les gusta por lo que transmite, vende mucho y merecidamente, porque es humilde”. También elogia su capacidad para asimilar las estrategia y las decisiones. “En el equipo se hablan las cosas, se busca siempre lo mejor para ella. Es joven, pero al final hay decisiones es las que el jugador es la más pieza importante y se tiene que sentir a gusto. Con ella es muy fácil, se dialoga”.

Riba no le mete presión. “No tiene que ganar ya el US Open, aunque ella quiere. Se da cuenta de que es un proceso y que hay que seguir trabajando y que ahora está feliz en pista y está disfrutando el día a día, no solamente el resultado, del he ganado, sino está disfrutando el trabajo, el mejorar, el que se encuentra mejor, el que ella ve la mejora, que eso es lo que para mí hace muy bien Carlitos (Alcaraz). Si sigue así será candidata para triunfar en Grand Slams y ser número uno”. El entrenador se marca como “uno de los objetivos para el año que viene, dar ese paso y decir, oye, estoy aquí, esa consolidación, y yo creo que vamos a mejorar este año, podemos hacer grandes cosas”.