Un paradójico Medvedev pone rumbo a semifinales
El ruso supera a Fils en un desenlace de infarto y vuelve a las semifinales de un torneo que nunca le ha gustado. Luchará frente a Rune por una plaza en la final.


Daniil Medvedev es un hombre paradójico. El ruso, de 29 años y sexto del ranking mundial, celebra más una victoria en cuartos de final de Indian Wells que su triunfo en el US Open, su único Grand Slam hasta la fecha; y también es capaz de criticar hasta la saciedad a un torneo en el que, pese a la lentitud de las pistas que tantos enfados le han provocado, acostumbra a rendir a gran nivel. El moscovita está en la penúltima ronda del primer Masters 1.000 del año por tercer curso consecutivo después de superar en un partido de infarto a Arthur Fils (6-4, 2-6 y 7-6 (7) en 2h26), y luchará este sábado por un puesto en la que sería su tercera final seguida en el desierto de California (perdió en los dos años previos frente a Carlos Alcaraz) ante Holger Rune, que se deshizo de Tallon Griekspoor por 5-7, 6-0 y 6-3 en 2h09.
“Esta es la pista más lenta del circuito, digan lo que digan. Cada año que volvemos olvidamos lo lenta que era la última vez. Es lenta, más allá de lo que diga el índice de velocidad o el parámetro que sea”, dijo Daniil hace cuatro días. “Los breaks aquí no valen nada”, afirmó un par de días después. La relación amor-odio que tiene Medvedev con la superficie de Indian Wells, una de las duras más lentas del circuito, no es nada nuevo. Para la historia queda su “sé lo que es una pista dura, soy un especialista en pista dura” al árbitro hace dos años cuando se quejaba, diciendo que “esta pista es una vergüenza”, de la lentitud de la superficie en el desierto de California, algo que sobre el papel no le viene bien a su juego.
What a way to win it 💪@DaniilMedwed shows unbelievable hustle to keep his title dream alive as he beats Arthur Fils 6-4 2-6 7-6 🔥#TennisParadise pic.twitter.com/Gh1nFPB2w0
— Tennis TV (@TennisTV) March 13, 2025
Sin embargo, ahí están los resultados, los cuales dicen indudablemente que el ruso le tiene tomada la medida a Indian Wells. Tras superar a Fils, de 20 años y 21º mundial, en un desenlace muy tenso en el que necesitó tres bolas de partido, Medvedev se convirtió en el octavo hombre de la historia que alcanza tres semifinales seguidas en el Valle de Coachella, donde se juega el único Masters 1.000 sobre pista dura que le queda por ganar. En caso de conquistar el título, Daniil se uniría a Roger Federer y Novak Djokovic como los únicos jugadores que han ganado al menos una vez todos los Masters 1.000 de pista dura. Las del sábado serán las 15ª semifinales en la carrera del moscovita en torneos de la categoría de oro de la ATP (tiene un balance de 10-4), sus primeras desde el curso pasado en Miami.
Saltos de alegría
“Siento que no estoy muy lejos de jugar a mi mejor nivel, y cuando estoy a mi mejor nivel puedo ganar títulos, puedo vencer a los mejores del mundo. Es algo que sé. Pero todavía no estoy ahí. Estoy cerca”, contó el ruso a AS el mes pasado en Doha, y su línea ascendente continúa. Frente al peligroso Fils, fue capaz de sacar adelante un partido que se le había complicado, y llamó la atención la manera en la que celebró su victoria, dando saltos y gritando por la pista como pocas veces se le ha visto (para el recuerdo está su fría celebración al ganar el US Open). “Perdí muchos partidos ajustados este año en los que debería haber ganado. Cuanto más los pierdes, más puedes empezar a perder la confianza en los momentos difíciles. Así que, independientemente de si tomas buenas decisiones tácticas o juegas bien, lo más importante es ganar. Me alegré de haber llegado a la meta. Él salvó algunos puntos de partido. Tuvo un break en el tercer set. Simplemente feliz por ganar. Eso es todo”, explicó al respecto una de las personalidades más llamativas del tenis. Puede que ese sea el verdadero motivo, pero durante el partido al ruso no se le vio contento por las excesivas celebraciones de su rival tras cada punto, y quizás decidió tomarse la venganza.
Medvedev chafó la fiesta de Fils, que jugaba los primeros cuartos de final de Masters 1.000 de su carrera, y el mal fario de los franceses en la antepenúltima ronda de Indian Wells asciende hasta 0-10 desde que Forget llegase a la final en 1991. También Tallon Griekspoor, de 28 años y 43º mundial, cayó en los primeros cuartos de Masters 1.000 de su vida. El holandés, que estaba siendo una de las sensaciones del torneo tras cargarse a Alexander Zverev, no pudo con Holger Rune, 21 y 13º, a pesar de ganar el primer set. Se le notaron los nervios y la inexperiencia a Griekspoor en sus 47 errores no forzados, y el danés se aprovechó de ello para meterse en sus sextas semifinales de Masters 1.000, habiendo llegado a esta ronda en tres de los cuatro últimos torneos de la categoría. Da la sensación de que el escandinavo está saliendo del profundo bache que atravesó el pasado curso, y frente a Medvedev peleará por un puesto en la final.
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