Sorribes vuelve tras su bache mental: “Una de mis mejores decisiones”

Sara Sorribes está de vuelta. La castellonense de 29 años lo anunció este lunes, en una nota difundida por uno de sus patrocinadores, en la que asegura que el parón que decidió hacer en abril para cuidar su salud mental ha sido “de las mejores decisiones” que ha tomado en su vida.

Con una carta escrita de su puño y letra, Sara anunciaba entonces un adiós que no sabía si iba a ser “temporal o definitivo”. Por suerte para el tenis nacional, que tiene en ella a una jugadora reconocible por su garra y entrega en las pistas, finalmente fue lo primero. “Han sido meses muy especiales. Por primera vez en mucho tiempo he podido parar, respirar, y vivir la vida sin la presión constante de competir. He hecho cosas que siempre había querido hacer y nunca encontraba el momento: aprender a tocar el piano, practicar yoga, pasar mucho tiempo con mi familia… Creo que ha sido una de las mejores decisiones de mi vida”, describe cómo ha sido este lapso alejada de la raqueta.

“Llevaba tiempo sintiendo que algo no estaba bien, que mi cabeza necesitaba un descanso. Venía sufriendo desde hace muchos meses dentro de una pista de tenis y tomar la decisión no fue fácil. Como deportista, tienes la sensación de que estás fallando, de que no deberías parar. Pero entendí que cuidar de mí era lo más importante. Estoy muy orgullosa de haberlo hecho”, apunta Sorribes las razones que le llevaron a dar un paso a un lado temporalmente.

Le ha servido, entre otras cosas, para aprender “el valor de hablar, de pedir ayuda y de no esconder lo que te pasa”. “Durante mucho tiempo intentas seguir adelante sin mostrar debilidad, pero cuando te atreves a compartirlo, cuando lo dices en voz alta, algo cambia. Te sientes escuchada, comprendida, y eso ya es un paso enorme. También he aprendido a ser más amable conmigo misma, a no exigirme tanto y a aceptar que hay momentos buenos y otros no tanto, y que todos forman parte del camino. He tenido la suerte de estar acompañada por personas que me han dado mucho cariño y apoyo durante todo este tiempo, así como Nara Seguros, que ha estado siempre a mi lado”.

Fue hace un par de meses, relata, cuando empezó a darse cuenta de que estaba preparada para la vuelta a la competición: “Septiembre fue un punto de inflexión. Empecé a salir más, a moverme sin la presión de competir: correr por la montaña, ir al gimnasio, jugar al pádel… Volví a disfrutar del deporte sin exigencias, simplemente por placer. Físicamente me sentía bien, y eso me dio confianza y mucha fuerza mental. Sentí que quería volver, pero de otro modo, con otra mirada. Creo que ha llegado en el momento perfecto; si hubiera esperado más, quizás me habría costado reencontrar ese impulso”.

Ahora afronta un nuevo episodio en su carrera “con calma, con ilusión y con muchas ganas”. “Me he dado cuenta de que me queda tiempo para seguir creciendo, para disfrutar y para volver a intentarlo. Este proceso me ha hecho más fuerte, pero también más humana. Tenía miedo de volver a entrar en la pista, pero cuando lo hice sentí una mezcla de nervios, respeto y felicidad. Fue precioso y me recordó por qué amo este deporte”, concluye la ganadora de 2 títulos WTA en individuales y 6 en dobles.

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