Rybakina aplasta a Sabalenka y Dimitrov a Rune en Brisbane

La kazaja Elena Rybakina, cuarta cabeza de serie, se proclamó campeona del torneo de Brisbane, de categoría 500 y que se disputa sobre pista dura, tras imponerse en la final a la bielorrusa Aryna Sabalenka, segunda favorita, por 6-0 y 6-3, en una hora y 10 minutos. También levantó el trofeo el búlgaro Grigor Dimitrov, que venció por 7-6 y 6-4 al danés Holger Rune en dos horas y 19 minutos.

En la que suponía la reedición de las finales en el 2023 del Abierto de Australia y de Indian Wells, dos de los torneos más importantes del año, Rybakina dio pocas opciones a su rival. Así, en la primera manga, rompió tres veces el servicio de su rival y ganó dos de los suyos en blanco para finiquitarlo en apenas 25 minutos.

La racha de juegos consecutivos se prolongó a los dos iniciales de la segunda manga. Fue entonces cuando Sabalenka quebró por primera vez el saque de su oponente, reacción breve pues Rybakina respondió con un ‘contrabreak’ para situarse 1-3. De ahí al desenlace le valió con conservar su servicio para ganar. “Siempre luchamos en la pista y creo que eso esta bien. De esta manera mejoramos las dos y espero que eso continúe”, señaló Rybakina tras levantar el trofeo, sexto de su carrera y tercero sobre superficie dura.

Dimitrov conquista Brisbane

Dimitrov, que inició la cita como el segundo cabeza de serie, sacó provecho de la única pelota de rotura que se concretó en el partido, en el séptimo juego de la segunda manga. Las otras once, tres favorables a Rune y ocho al búlgaro, terminaron por esquivarlas los sacadores. Así, en el primer set, ninguno de ellos cedió a la hora de poner la bola en juego. Eso desembocó en un tie break que se puso de cara para Dimitrov al empezar 0-3 arriba con dos roturas. Pese a ello necesitó hasta tres pelotas de set para concretarlo finalmente.

En la segunda parte del choque, el tercer juego fue una bonita batalla en la que Rune solventó hasta tres bolas de break en contra. Eso no pudo hacerlo en el séptimo, cuando entregó finalmente su servicio a un rival que terminó por hacer buena esa renta. De esta manera Dimitrov conquista su primer título desde que se alzase con las ATP Finals del año 2017. Desde entonces había jugado tres finales, una en el 2018 y dos en el 2023, que habían acabado todas en derrota.

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