Masarova y Burillo se ponen a 1.000

Rebeka Masarova dio un nuevo paso adelante en su carrera este miércoles. La nacida en Basilea (Suiza), patria de Roger Federer, con nacionalidad española por vía materna (su padre es de Eslovaquia, país del que también es ciudadana), consiguió en Madrid la que es la primera victoria en un torneo de categoría WTA 1.000 de su carrera, la tercera en tierra en el circuito. Lo hizo en intenso duelo fratricida a costa de Cristina Bucsa, a la que venció por 6-3, 5-7 y 6-4 tras 2h18 de duelo.

Masarova, que se destapó a comienzos de año en Auckland (Nueva Zelanda), donde alcanzó una final que acabó perdiendo ante la estadounidense Cori Gauff, jugadora de enjundia, viene de ser finalista también en el ITF de Oeiras (Portugal), dejando en el camino a una múltiple campeona WTA como Sara Errani. En el partido por el título, cedió ante una ex top-50 como Danka Kovinic.

Sus anteriores experiencias a este nivel en el presente curso pasaban por Miami, donde se quedó en primera ronda (le apeó la estadounidense Sterns) y Dubái, de donde le echó la bielorrusa Sasnovich. Con la victoria de este miércoles ante Bucsa, 70ª del ranking, Masarova asciende virtualmente al puesto que hasta ahora ocupaba la hispano-moldava. Su próxima rival en la Caja Mágica, este jueves en torno a las 13:00, será la croata Dona Vekic, cabeza de serie número 20 del cuadro y 23ª del ranking, por lo tanto exenta de la primera ronda.

“Ha sido un debut soñado. Estoy muy feliz. Es mi primera ronda de WTA 1000 en la que he ganado. Me hace mucha ilusión aquí y en la pista central. Ha sido muy especial tanto jugar como haber vivido la experiencia. He entrado esta mañana para calentar y ver las dimensiones. He empezado bien, luego se ha igualado y en el tercer set cada una ha ganado su saque hasta esa rotura final, tras dos horas de partido”, analizó después Masarova.

Otra que se estrenó en la categoría fue Irene Burillo, que sorprendió a un clásico del circuito como la estonia Kaia Kanepi (6-7 (5), 6-2 y 6-4). Fue un partido a 2h35 el que resolvió a su favor la zaragozana de 25 años, ante una jugadora que le saca 255 puestos en el ranking mundial (318ª contra 63ª). Se enfrentaban dos mundos diametralmente opuestos: cuatro victorias ITF contra un palmarés que incluye cuatro títulos WTA.

Cierto es que Kanepi atraviesa una nefasta racha, cinco derrotas seguidas en primera ronda desde que alcanzó los octavos de final en Adelaida 2. Este miércoles se adelantó para acabar sucumbiendo ante una Burillo sólida al resto, más resolutiva cuando dispuso de oportunidades de break, y que este jueves (no antes de las 13:00) se encontrará con Coco Gauff, la sexta cabeza de serie.

Párrizas pasa por encima de Blinkova, Bassols cae

La granadina Nuria Párrizas completó una buena jornada de la Armada femenina. Procedente de la fase previa, se estrenó ante la rusa Blinkova, que le mejora en ranking (76ª contra 64º), y le despachó en algo más de una hora con un contundente 6-3 y 6-0.

Es la segunda vez que Párrizas, que se apoyó en el buen rendimiento de su saque (70% de primeros con 5 aces), solo concedió una bola de break y la salvó (cuatro aprovechó ella de las ocho que tuvo), alcanza el segundo peldaño en la Caja Mágica. Ya lo hizo el año pasado, cuando fue derrotada por la rusa Alexandrova. Y de rusas va la cosa, porque Kudermetova, la 12ª favorita, será su rival el viernes.

La otra cara de la moneda fue Marina Bassols, que no tuvo opción ante una jugadora más versada en estas lides como la checa Marketa Vondrousova, que despachó el encuentro en una hora y cuarto escasa: 6-1 y 6-3. Era la primera aparición para la joven de Blanes (23 años) en un cuadro principal de categoría WTA 1.000 y le tocó cruzarse con una finalista olímpica y de Roland Garros (ambas en 2021), aunque con un único título en su palmarés, que se mostró prácticamente infalible cuando dispuso de oportunidades al resto (cinco de seis bolas de break aprovechadas) y se medirá en segunda ronda con la polaca Linette tras evitar el pleno nacional este miércoles.