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TENIS

Federer: “Jugar un dobles con Rafa sería un sueño absoluto”

El suizo, tras anunciar su retirada al finalizar la Laver Cup, habla en el medio suizo SRF. “No puedo correr tras algo que ya no es realista”, se sincera.

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LONDON, ENGLAND - SEPTEMBER 20: Roger Federer of Team Europe looks on ahead of the Laver Cup at The O2 Arena on September 20, 2022 in London, England. (Photo by Julian Finney/Getty Images for Laver Cup)
Julian FinneyGetty

La imagen más esperada de los últimos días en el mundo del tenis: Roger Federer, que mañana ofrecerá una rueda de prensa, ya entrena en Londres, sobre las pistas cubiertas del O2 Arena que este fin de semana, en la Laver Cup, acogerán su retirada. El adiós de una leyenda con todos aquellos que, más allá del propio jugador suizo, la han ido forjando. El ganador de 20 Grand Slams, si así lo termina decidiendo, competirá en el torneo, representando a Europa, junto a Rafael Nadal, Novak Djokovic y Andy Murray. El Big Four, los grandes dominadores de la era moderna del tenis y, también, de la historia. Hasta última hora, la participación de Federer, pese a que ya se haya dejado ver entrenando, será duda. Todo dependerá de cómo responda su cuerpo.

Con la incógnita por despejar, el propio Federer ha dibujado cómo le gustaría que fuera su despedida. “Tal vez pueda jugar dobles con Rafa (Nadal), eso sería un sueño absoluto”, ha declarado hoy mismo en una entrevista exclusiva para el medio suizo SRF. En él, donde ha roto su silencio por primera vez desde que anunciara su retirada el pasado jueves, el suizo, al que se descarta para un partido individual, se ha sincerado sobre todo lo acaecido en los últimos tres años, en los que las lesiones y sus respectivas operaciones han frenado una carrera que acumula más de 1.500 partidos y 310 semanas en la cima del ranking mundial (237 de forma consecutiva, récord absoluto). “Es bueno que los reportajes y noticias fueran tan positivos, no sabía qué esperar. Hasta ahora el eco ha sido maravilloso”, ha valorado sobre todo el feedback recibido tras su anuncio, que comunicó unas “48 horas antes” a su círculo más cercano.

Un boom mundial y una decisión que, durante el pasado Wimbledon, todavía no estaba tomada. Federer asistió como invitado al major que ha ganado en ocho ocasiones con la esperanza de volver a pisar su hierba. Poco después, tras nuevas pruebas en su rodilla, recapacitó. “No puede ser que esté tratando de correr detrás de algo que ya no es realista”, define en la televisión de su país. Atrás, dejará al público al que tantas veces embelesó con su elegante juego y una retahíla de éxitos de la que se siente orgulloso. Lleno. “Siempre hay cosas pequeñas, pero no puedo pensar en ningún ejemplo. Lo veo como una carrera de ensueño absoluto. Si hubiera sido un poco más profesional cuando era más joven, podría haber tenido más éxito, pero entonces podría haberme quemado antes”, valora, poniéndolo todo en una balanza siempre inclinada hacia la grandeza. Su cierre soñado, al lado de Nadal, ya se vio en 2017, en la primera edición de la exhibición. Ahora, está en manos de Bjorn Borg, capitán del equipo europeo junto a Thomas Enqvist.