Ni Davidovich ni Zapata: oportunidad perdida en Estoril
El malagueño, que forzó el tie-break en el segundo set, cae ante Marco Cecchinato. El valenciano, de más a menos, no puede con Kezmanovic.
Seguramente, Alejandro Davidovich se marchará de Estoril con la sensación de haber perdido una gran oportunidad. Eso indicaba su lenguaje corporal tras caer en los cuartos de final del ATP 250 ante Marco Cecchinato (7-5 y 7-6 en 2h:08), que se medirá con el serbio Miomir Kezmanovic, verdugo de Bernabé Zapata (7-5 y 6-2 en 1h:27), en semifinales. El italiano, de 30 años y 96º del mundo, “cómodo en Portugal”, ya había apeado a Diego Schwartzman (36º), séptimo cabeza de serie, y Fabio Fognini (97º). Dos jugadores de renombre que ensalzan su momento actual (llegó a ser 16º en 2019), superior a un Davidovich que, hasta hoy, ilusionaba con la posibilidad de poder lograr su primer título ATP. También Zapata, ubicado en otro estamento del ranking (41º virtualmente), pero que se está ganando el derecho a soñar en este tipo de plazas.
El malagueño, en su mejor posición de siempre (24º), venía jugando a gran nivel, con los cuartos de final en Indian Wells como argumento de mayor peso. Más allá de los resultados, eran las sensaciones. Desenfadado como siempre, entrenado muy bien en pista con su revés y con un drive que acelera como pocos dentro del circuito, parecía que, en Estoril, podía quitarse el peso de ser el único top-25 del ranking sin estrenar su palmarés. Seguirá siendo así. Ante Cecchinato, pese a tener momentos de inspiración y agarrarse con todo a un partido que fue duro y parejo, pecó de precipitación en los momentos de la verdad.
En el primer set, cedió el servicio en el definitivo 7-5; en el segundo, en el que fue atendido por molestias en el costado (antes, ya había mostrado signos de dolor tras varios golpes cruzados), lo hizo en el desempate final tras recuperarse de un 5-2 en contra. “He empezado muy bien con el servicio y, en el segundo set, he luchado. Cuando sacas para ganar y luego debes jugar otra vez es complicado. He estado muy centrado porque nunca es fácil jugar un tie-break después de desperdiciar un punto de partido. Muy contento por ganar a uno de los mejores jugadores en este torneo y en el mundo”, analizaba Cecchinato tras el partido. El transalpino tiene tres títulos y los tres han sido en ATP 250 sobre tierra (Umag, Budapest y Buenos Aires). El de Davidovich deberá seguir esperando.
Zapata sigue sumando
Mucho más alto era el muro que debía salvar Bernabé Zapata para alcanzar sus terceras semifinales del año. Lo hizo en Buenos Aires, donde cedió ante Carlos Alcaraz, y en Río, ante Cameron Norrie. En ambos casos, ante los campeones. El valenciano de 26 años dio el salto definitivo el año pasado (se convirtió en el primer español en alcanzar los cuartos de Roland Garros desde la previa) y se está manteniendo entre los mejores. Juegue contra quien juegue, lucha. Se ha convertido en ese rival incómodo para todo el mundo. Ante Kezmanovic (40º), no lo fue lo suficiente. De hecho, no tuvo ni bolas de break para inquietar al serbio, mucho más seguro con sus servicios (84% de puntos ganados con segundos) y muy cómodo en el segundo set. En el primero, tuvo que exprimirse para seguir la propuesta de Zapata, siempre feroz en los intercambios. El camino para que lleguen más oportunidades.