Alcaraz-Sinner: mucho más que seis millones de dólares
El número uno y dos se disputan el botín de la exhibición del Six Kings Slam en Riad, pero también asestar un golpe moral para el tramo final del año.
“Ahora mismo, ambos están a años luz de los demás”. La frase de Alexander Zverev, que sólo pasó el miércoles 59 minutos en pista para embolsarse millón y medio de dólares, resume el sentimiento de todo un circuito ahora. Y ellos dos son Carlos Alcaraz (22 años) y Jannik Sinner (24). Los números uno y dos del mundo, citados este sábado (20:00, Netflix) en la final del rimbombante Six Kings Slam, la exhibición que reparte en Riad la escandalosa cantidad de seis millones de dólares (5,1 de euros) al campeón (4,3 de euros supone el título del US Open, el grande mejor dotado) por obra y gracia del ‘amor’ por el deporte de Arabia Saudí, país lanzado a una frenética actividad organizadora como palanca para mejorar su imagen internacional y abrirse al mundo.
Cualquier mortal, claro, se dejaría el alma jugando por tamaño botín. Pero en el ANB Arena, construido casi ex profeso para tres días de tenis, Alcaraz y Sinner se juegan algo más que el dinero. Disputan un partido que puede marcar también el devenir del tramo final de la temporada. El español presenta un 10-5 favorable en el cara a cara, con el aditamento de que ha prevalecido en siete de los últimos ocho duelos. Este año, con cinco choques, sólo la final de Wimbledon cayó del lado del italiano. El título del US Open aupó también a Alcaraz al número uno y ahora tiene 1.340 puntos de diferencia sobre Sinner, con la ventaja de que sólo defiende 300 frente a los 1.500 del pelirrojo. Es decir, lo tiene todo de cara para acabar el año en la cima.
En la final de Riad no se ventilan puntos, ni un título oficial. Pero el que gane puede salir reforzado para lo que queda en los torneos que coincidirán: Masters 1.000 de París (27 octubre-2 noviembre), ATP Finals (9-16 noviembre) y las finales de la Davis (Bolonia, 18-23 noviembre). Tres títulos que Alcaraz no luce en su palmarés (Sinner tampoco tiene el de París) porque en su corta carrera siempre se le ha atragantado el final de año.
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El partido servirá para ver si Sinner deja de ser “predecible” como en la final del US Open tras la que anunció cambios, que saldría de su “zona de confort” con ajustes que le ayudaran a derrotar a su némesis. Un Alcaraz que se presenta en su mejor momento del año, aunque aún puede dar más: “Aún no estoy a mi mejor nivel posible, creo que la mejor versión está por llegar”. Un escalón superior al que quiere llegar manteniendo “la agresividad”. “Es lo que me puede dar los resultados en este final de temporada”, avisa. En Riad, pues, donde el año pasado el italiano derrotó al español en tres sets para llevarse el gran botín, se pelea por algo más que seis millones, que no está mal. Un golpe moral está en juego.
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