Evans cae y raja contra los jueces: “Nunca son responsables”
El británico, que fue sorprendido por Kokkinakis, fue muy duro tras recibir una falta de pie. Khachanov sobrevive, Rublev se deja un set y Pouille avanza.
La primera jornada del cuadro masculino de Roland Garros tuvo, como no podía ser de otra manera, sus ciertos momentos de drama y polémica. La mayor de todas la protagonizó el británico Daniel Evans, de 33 años y 20º cabeza de serie, que fue sorprendido por el australiano Thanasi Kokkinakis, 27 y 108º (llegaba invitado al torneo), por 6-4, 6-4 y 6-4 en 2h30. Evans, que fue sancionado por cometer una falta de pie y lo pagó reventando una botella, cargó duramente contra los jueces de línea en su rueda de prensa posterior.
“Perturbador, incorrecto, algunas otras cosas se podrían decir al respecto. Sí, es lo que es, ¿no? Así es el juego, pero, una vez más, los jugadores son responsables, pero los árbitros y jueces de línea no son responsables. Me multarán, obviamente, por romper la botella de agua. Pasaremos por el mismo ciclo otra vez, sí”, comenzó diciendo el británico, que miraba a París con optimismo tras ser semifinalista en Barcelona. “Obviamente sé que hay una regla, pero tiendo a saber dónde están mis pies, dónde estoy parado. Obviamente me desconcertó un poco, me echó para atrás por completo desde donde estaba sirviendo. Mi técnica fue descartada. Sí, fue difícil a partir de entonces”, explicó un enfadado Evans.
Esta falta de pie llegó cuando el de Birmingham lideraba por 4-1 en el segundo set. Con 30-0 en el juego, un saque de Evans fue anulado porque el juez de línea del fondo vio que el pie de detrás rebasó la línea central, y el inglés perdió los cuatro siguientes puntos. “Perdí toda la confianza en mis pies. Es una cosa muy pequeña, pero se convirtió en algo bastante grande en mi cabeza. Entonces fue difícil alejarse de eso, especialmente en el segundo servicio, porque simplemente no sentía que sabía dónde estaba en la cancha. Es extraño. Pero, de nuevo, esa no es la razón por la que perdí”, relató antes de dejar una reflexión. “Ellos (los jueces de silla) encuentran la manera de involucrarse. Quienquiera que esté en la silla, encuentra la manera y es bueno en ello. Se involucran demasiado. Necesitan mirar lo que pasó en Roma. Se involucran en esta superficie cuando realmente no hay necesidad de hacerlo”. Kokkinakis, que sumó su primer triunfo en Roland Garros desde 2015, espera en segunda ronda al ganador del Wawrinka-Ramos de mañana.
Khachanov sobrevive, Rublev se deja un set y Pouille avanza
La de Evans fue la gran sorpresa del domingo en el cuadro masculino, aunque muy cerca estuvo de haber otra mayor. A primera hora de la mañana, el ruso Karen Khachanov, de 27 años y 11º del ranking ATP, remontó dos sets de desventaja al local Constant Lestienne, 31 y 70º, para avanzar a segunda ronda por 3-6, 1-6, 6-2, 6-1 y 6-3 en 3h37. El semifinalista este año en Australia y cuartofinalista en Madrid lo pasó mal durante los dos primeros sets, en los que pidió atención médica hasta en dos ocasiones, pero tiró de orgullo para poner un 7-0 en su balance en la primera fase de Roland Garros. Su próximo rival será el moldavo Radu Albot, de la previa, que se deshizo en cuatro sets del estadounidense Patrick Kypson.
Menor fue la agonía de otro ruso, Andrey Rublev, de 25 años y 7º favorito, que batió al serbio Laslo Djere, 27 y 60º, por 6-1, 3-6, 6-3 y 6-4 en 2h30. El dos veces cuartofinalista en el Bosque de Bolonia mira con optimismo a la presente edición tras levantar hace unas semanas en Montecarlo su mayor título sobre tierra batida. En un inicio de torneo serio, Rublev se dejó un set por el camino ante un correoso Djere, y en segunda ronda se medirá con el ganador del Moutet-Cazaux.
La historia del torneo hasta el momento, sin sufrir, sigue escribiendo páginas. El francés Lucas Pouille, tras superar al austriaco Jurij Rodionov (134º) en tres sets (6-2, 6-4 y 6-3), ya está en segunda ronda, en la que se medirá con su compatriota Benoit Paire o con el británico y 14º cabeza de serie Cameron Norrie. Pouille, que llegó a ser top-10 y ahora es 675º, se clasificó para el cuadro principal desde la previa después de pasar por el alcoholismo y una profunda depresión. “Me vas a ver jugar al tenis por última vez”, le dijo a su mujer el pasado mes de octubre. De momento, sigue avanzando en Roland Garros.