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TENIS | MONTECARLO

Djokovic confiesa haber “ganado feo” y bromea sobre su seria celebración

El partido contra De Miñaur, que le abrió la puerta a las semifinales, deja al serbio celebrando a lo Medvedev con un mal sabor de boca.

Novak Djokovic durante el partido contra Alex de Minaur.
Denis BalibouseREUTERS

Este viernes Novak Djokovic hizo otra de las suyas: romper otro récord y arrebatárselo a Nadal. 77 semifinales de Masters 1.000 son las que ha conseguido el serbio (Nadal ha logrado 76). A pesar de tener puesto número uno del ránking bien asegurado (tiene 9.725 puntos, a 1.015 de diferencia sobre Sinner y 1.080 sobre Alcaraz), el Top 1 del tenis no parecía feliz al vencer a De Miñaur en Montecarlo y meterse en semifinales.

El serbio vivió un partido duro por enfrentarse a un jugador rápido que lo llevó a probar el límite de su fuerzas, de ahí que no lo celebrase eufóricamente, sino que mostrase más un “signo de alivio”. “No me apetecía celebrarlo demasiado”, dijo el tenista que optó por imitar “la celebración de Medvedev”, es decir, no festejar de ninguna manera. El tenista tuvo un día “malo” dentro de lo extraordinario de su estilo y su carrera, algo que no deja de ser épico por el hecho de hacer frente a condiciones adversas y ganar.

Djokovic logró la victoria en un “partido feo”, en palabras de De Miñaur. El encuentro destacó por los errores y juegos de servicio perdidos en el segundo set, en el que el serbio se impuso 6 - 4 sobre el australiano. Pero esto no quita mérito a la victoria del número uno: “A veces solamente tienes que encontrar la manera de ganar”, aunque eso implique “ganar feo”, como prefirió llamar a su forma de imponerse, haciendo un guiño al título del libro de Brad Gilbert, extenista estadounidense. El serbio añadió: “Al final puede que no te sientas lo mejor posible o que no juegues lo mejor posible”. Esas fueron sus sensaciones en el partido.

Quizá el tenista guarde una celebración más animada para una ocasión en la que se sienta satisfecho con su juego y consigo mismo, algo que, desde luego, no pareció sentirse contra De Miñaur. Sin embargo, esto no quiere decir que Djokovic haya perdido carácter o ilusión. Él mismo confesó: “Sigo sintiendo nerviosismo, pero también emoción al salir a la pista”. Esa personalidad es la que también juega cuando sale a la pista y la que hace que se mantenga como número uno a pesar de la calidad de los rivales.

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