Dimitrov regresa con victoria 112 días después de su dramática lesión
El búlgaro, que sufrió una rotura en el pectoral cuando había ganado los dos primeros sets a Sinner, vuelve tres meses después con triunfo sobre Mpetshi Perricard.


Una de las imágenes más duras de este 2025 en el tenis mundial se vivió el pasado 7 de julio, cuando, en la Pista Central del All England Club, Grigor Dimitrov cayó lesionado de forma dramática. El búlgaro, de 34 años y que por aquel entonces era 21º del ranking mundial, andaba cuajando un partido de matrícula de honor ante Jannik Sinner en los octavos de final de Wimbledon. Los dos primeros sets fueron para Dimitrov, que tenía al número uno mundial contra las cuerdas y sin respuesta alguna, pero todo cambió en el tercer parcial: tras un derechazo, el veterano se echó la mano al pecho y se fue para el suelo. Enseguida se vio que tenía algo importante, y no pudo continuar. 112 días después, y con la rotura parcial en su pectoral derecho ya olvidada, Dimitrov volvió a competir este martes, y lo hizo con victoria en la primera ronda del Masters 1.000 de París sobre Giovanni Mpetshi Perricard, al que batió por 7-6 (5) y 6-1 en 1h35.
La gran ovación del día en La Défense Arena fue para él, y eso que se enfrentaba a un tenista local. Dimitrov, finalista en París en 2023 y uno de los jugadores más queridos de todo el circuito, festejó su regreso tres meses después con una gran actuación ante Mpetshi Perricard, de 22 años y 56º mundial. El búlgaro, que por la inactividad cayó hasta el 38º lugar del ranking, dejó las lesiones atrás, al menos por el momento (se ha retirado en los últimos cinco Grand Slams que ha disputado), y entregó un partido de muy alto nivel ante todo un cañonero como es Perricard. El francés, algo perjudicado por la ralentización de las pistas en este torneo, no aprovechó las dos opciones de break que tuvo en la primera manga y cometió un par de errores groseros en el tie-break, que se lo adjudicó Dimitrov.
El de Haskovo, que fue de menos a más, estuvo muy a gusto en el segundo parcial, en el que dominó desde el fondo de la pista a un rival todavía verde, con muchísimo por pulir, sobre todo al resto. Dimitrov, satisfecho y sonriente, se llevó otro sentido aplauso para celebrar su triunfo. “Nunca me había pasado, todavía estoy intentando centrar la cabeza después de tanto tiempo fuera de la pista. Nunca fue fácil. Sabía que volver a la competición iba a ser una tarea difícil. Quería volver y probarme, darme una oportunidad. Ganar o perder hoy... Quería ver lo que tenía. Es difícil ajustarse, sobre todo contra un jugador como él, da igual la experiencia que tienes, y eso añade estrés después de tantos meses fuera. Es una buena noche, lo cojo y voy día a día de momento. No sabía qué esperar, la verdad, tenía que centrarme en mi lado de la red, en mi saque, en jugar mis golpes. Cualquier cosa podía haber pasado en el tie-break. No tenía muchas expectativas puestas en mí mismo. Es precioso ver esto, el estadio ha cambiado y los jugadores lo apreciamos, la grada es maravillosa, sientes la energía, es un público muy justo. Me siento muy querido, y eso me hace sentir muy agradecido por estar de vuelta”, valoró Grigor.
Agony & Ecstasy 🔥@ZizouBergs gets past Michelsen 6-3 2-6 6-2 to set round 2 clash with Jannik Sinner at #RolexParisMasters pic.twitter.com/5pcCf54y0V
— Tennis TV (@TennisTV) October 27, 2025
En segunda ronda, el búlgaro se medirá con el vencedor del duelo entre Jaume Munar y Daniil Medvedev de este martes (15:00, Movistar+). Además de la victoria de Dimitrov, la primera jornada del cuadro final de Masters 1.000 dejó otros momentos destacados, como Andrey Rublev cortando la racha de cinco derrotas consecutivas en la que andaba metido. El ruso, 12º cabeza de serie, batió por 6-1 y 6-4 a un Jacob Fearnley, 78º, que fue una escopeta de feria con el segundo servicio, cometiendo doble falta en 11 de sus 18 intentos. En uno de los duelos más atractivos del día, Flavio Cobolli venció a Tomas Machac por 6-1 y 6-4 en apenas 55 minutos, y Alexander Bublik, 13º cabeza de serie, ganó a Alexei Popyrin por 6-4 y 6-3 en 1h15 de un encuentro en el que no hubo saludo en la red entre ambos al finalizar. Y, por último, la imagen curiosa del día se produjo al acabar el duelo entre Zizou Bergs y Alex Michelsen, que se llevó el primero por 6-3, 2-6 y 6-2: mientras el estadounidense reventaba su raqueta contra el suelo, el belga, próximo rival de Jannik Sinner, lo celebraba haciendo el moonwalk con un grupo de aficionados entregados a él.
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