Ramos Viñolas se rinde contra Muller

El partido entre Muller y Ramos-Viñolas, el último del día en la pista central, duró una hora y 47 minutos. Hasta ahí nada raro. Lo curioso, o lo que explica mucho de lo que sucedió en la pista, es que el primer set duró una hora y 27. El segundo 20 minutos. Esa es la fotografía de un duelo en el que el español luchó, y de qué manera, en la primera manga pero se entregó en la segunda. De un tie-break a un 6-0 inapelable. Ramis-Viñolas dijo adiós al Godó con un mal sabor de boca.

El primer set fue un espectáculo. Seguramente, el mejor que se ha visto en la primera jornada del torneo. Muller rompió el servicio a las primeras de cambio pero Ramos-Viñolas le pagó con la misma moneda hasta el 2-2. Y a partir de ahí, a luchar cada punto, cada juego. Al español se le vio un poco más apurado, pero también mucho más arropado por el público. Salvó una pelota de set con 5-4 y siguió con un juego eterno, con alternancias de ventajas constantes. Finalmente, en el tie-break, Muller no dio opción (7-4).

Y ahí se acabó la historia. Ya fuera por la fatiga física o por el golpe moral, Ramos-Viñolas abdicó. No quiso disputar la segunda manga. Un 6-0 inapelable, fácil, que ahorró mucho cansancio a Muller, que se enfrentará en la próxima ronda a nada más y nada menos que Casper Ruud, segundo cabeza de serie del torneo tras la retirada de Alcaraz.

Landaluce vende cara la derrota ante Hardt

La sensación que le quedó a todos los espectadores de la pista Rafa Nadal del Torneo Conde de Godó es que a Martin Lundaluce se le acabó la gasolina. El español de 18 años, 328 del mundo, ganó con comodidad el primer set, cedió un segundo muy apretado y perdió el tercero, y el partido, con visibles problemas físicos. Tuvo de hecho que detenerse el encuentro durante unos minutos para que fuera atendido por los fisioterapeutas, pero continuó hasta el final. Y luchó. Perdió contra Hardt (2-6, 6-4, 6-3) pero pudo irse con la cabeza bien alta.

El partido arrancó de forma excelente para el español, que se adjudicó la primera manga sin demasiados problemas (2-6), pero a medida que avanzó el partido su rival estuvo cada vez más cómodo y Lundaluce dando cada vez más muestras de sus problemas físicos. Primero de forma sutil, en la pista, y luego ya de forma abierta: pidiendo al árbitro que detuviera el partido para poder ser atendido. Peleó el segundo set, que Hardt pudo matar antes, y se deshizo en el tercero. Su rival le rompió pronto el saque (2-1) y tras ser atendido por los fisios encajó un juego en blanco (4-2). Pese a ello peleó. No tuvo opciones de remontar y ganar el partido, pero se llevó un juego más en una más que digna participación en el Godó.

Bautista aprovecha su ‘wild card’

Mientras Rafa Nadal atendía a la prensa ante una enorme expectación, en la pista que lleva el nombre del manacorí se defendía con uñas y dientes un contemporáneo suyo. Roberto Bautista, de 36 años y que debutó en el Trofeo Conde de Godó en 2010, hace casi tres lustros, hacía valer la ‘wild card’ que le dio la organización para superar en primera ronda al ruso Roman Safiullin.

Diez años más joven, Safiullin debutaba en Barcelona. Y lo recordará, para mal. Porque Bautista le derrotó sin excesivos problemas en el primer set, 6-3, y porque tuvo el segundo en sus manos, al forzar el ‘tie break’, pero tras un duro intercambio acabo cediendo también la victoria al tenista español, 10-8. Otro ruso pero mucho más poderoso a priori, Karen Khachanov, será el miércoles su rival en segunda ronda.

Daniel Rincón se despide del Godó

El primer partido del cuadro final del Trofeo Conde de Godó tuvo como protagonista a un español, Daniel Rincón, pero como ganador a un argentino, Díaz-Acosta. El primer partido de la mañana en la pista Rafa Nadal tuvo poca historia, se resolvió en una hora y media y dejó patente la diferencia de ranking entre los dos jugadores.

Díaz Acosta, número 53 del mundo, dejó claro desde el primer momento que Daniel Rincón iba a tener que jugar a un nivel altísimo para pelearle el choque. El primer set no fue excesivamente rápido, pero sí contundente. Un 6-1 que perfectamente pudo ser un 6-0, pero el español salvó un juego. Un juego que le dio mucho más en la segunda manga, mucho más apretada.

El principal problema de Daniel Rincón fue la incapacidad de romperle el saque a Díaz Acosta. Dispuso de una ocasión, pero no la aprovechó. Así pues el segundo set se desarrolló mucho más igualado, ganando siempre quien tenía el servicio hasta la rotura del argentino para el 5-3. Ahí se acabó el partido. Rincón, 195 del ránking y habitual de los torneos Challenger, no pudo hacer más.

Díaz Acosta jugará la próxima ronda contra Borna Coric, 33 del mundo, en la parte alta del cuarto donde se encuentran Nadal, de Miñaur y Tsisipas.

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