Badosa: “Ahora creo que el tenis no lo es todo en mi vida”

En los tres meses que transcurrieron desde que una lesión en la zona lumbar obligó a Paula Badosa a retirarse en su duelo de segunda ronda de Wimbledon ante Marta Kostyuk, buena amiga suya, y el anuncio de que formaría parte del equipo español para las Finales de la Billie Jean King Cup que acoge La Cartuja de Sevilla, la catalana nacida en Nueva York ha reordenado sus prioridades, ha aprendido a relativizar la importancia del tenis en su vida.

Lo explicó ella misma este lunes, en la rueda de prensa de la Selección previa al debut contra Canadá el miércoles (no antes de las 16:00). “He tenido que armarme de paciencia, porque tenía muchas ganas de volver a jugar. Viéndolo desde otra perspectiva, ahora creo que el tenis no lo es todo en mi vida. He estado haciendo otras cosas, y es bueno conocerse a una misma, así que también he disfrutado de este tiempo”, confesó.

Estar en estas Finales, contó, no fue un click repentino. Era algo que tenía en la cabeza. Solo esperaba que su lesión evolucionara favorablemente a tiempo para acudir a la llamada de Anabel Medina, la capitana, y en cuanto tuvo el diagnóstico que quería, se subió al barco: “Simplemente fueron los resultados médicos. Mi espalda no podía y una vez tuve los resultados buenos, empecé a entrenar y me sentía bien, sin dolor. Empecé a subir las cargas, vi que me daba tiempo, y tomé la decisión”. “Fue una motivación extra saber que jugábamos en España. Estoy muy motivada por jugar delante de nuestra gente”, añadió.

Sus sensaciones hasta ahora, en unas pistas con las que todas las integrantes del equipo se mostraron contentas, han sido buenas. “Llevo tiempo sin competir, pero me estoy sintiendo bien en pista, estoy con ganas. Me gusta jugar por equipos, y ver a mis compañeras con ganas, entrenando con intensidad, me motiva. Aprendo de ellas y me ayudan mucho”, aseguró. Este lunes, apuntó, tocaba desconectar un poco antes de entrenar, “un buen desayuno y disfrutar de Sevilla”, que es importante “desconectar antes del estreno”.

Impera el buen rollo en el vestuario, como remarcó Anabel Medina: “Siempre intentamos divertirnos. Como buenas españolas nos gusta reírnos y la risa siempre está presente”. La capitana quiso quitar hierro a la baja de Iga Swiatek en Polonia, que cree que no debe cambiar el enfoque de sus pupilas: “La previsión no cambia, porque tenemos dos enfrentamientos, con Polonia y Canadá. Swiatek es una grandísima jugadora, que está a un grandísimo nivel, y para el equipo polaco es una baja muy importante, pero tenemos que enfocarlo desde el equipo que tiene Polonia, con la misma concentración y preparación que si estuviera Swiatek. Hay que pelear cada punto como si fuera el último. Tenemos que estar muy alerta”.

Sí le concede importancia al factor cancha, que esta vez, la cuarta desde que lidera a España, sonríe a la Selección. “Es súper especial. Solo hemos podido jugar tres cruces en casa desde que soy capitana. Siempre digo que esta competición cambia mucho jugando en casa o fuera”, apuntó. “El público va a estar con nosotros, vamos a jugar delante de nuestra familia y amigos... Tenemos muy buenos recuerdos del sur, de la victoria en Marbella en el clasificatorio. Esta ciudad es una de las más bonitas de España y estamos preparadas para disfrutar y dar lo mejor de nosotras”, completó, antes de piropear a la organización: “Está siendo una instalación muy buena a nivel de pistas, las facilidades de sala y vestuarios, el hotel muy cerquita... En anteriores Finales era todo más complicado”.

“Veo a todas con muchísimas ganas, haciéndolo bien”, pasó revista al estado de sus jugadoras, centradas en “pelear por intentar seguir llevando a España más arriba en el historial de esta competición”. Una que este país ha ganado en cinco ocasiones, la última en 1998. 25 años de sequía a los que España podría poner fin esta semana. Los mimbres y el contexto desde luego los tiene.

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