Nadal se planta en octavos con los deberes hechos

Rafa Nadal va día a día en Roland Garros. Lo dijo después de ganar a Moutet en segunda ronda y lo sigue pensando tras despachar a Botic van de Zandschulp en la tercera (6-3, 6-2 y 6-4 en 2h11) para meterse en octavos. En París hace este año un trabajo por objetivos. Uno de ellos es no tener que jugar más de tres sets por partido.

De momento, lo ha conseguido. Tendrá que subir el nivel para seguir con esa velocidad de crucero, un término que a él le gusta, cuando se enfrente el domingo a Felix Auger-Aliassime, que pudo con el serbio Filip Krajinovic (7-6 (3), 7-6 (2) y 7-5 en tres horas). El canadiense de 21 años y número 9 del mundo será una prueba más exigente que la de Van de Zandschulp, el neerlandés de 26 y 29º, del que se esperaba más. "Creo que ha sido mi mejor partido del torneo, sobre todo durante dos sets y medio", dijo Rafa tras cosechar su 86ª victoria en tres mangas en el Grand Slam francés, una cifra con la que supera al resto de los tenistas con más triunfos en el torneo, independientemente del número de mangas (Djokovic (84), Federer (73) y Vilas (57)).

Nadal ha hecho lo que tenía que hacer hasta ahora: coger ritmo y movilidad, sacar bien (23 puntos seguidos entre el 2-1 del primer set y el 3-1 del segundo, y un 87% ganados con primeros servicios), poner a punto su drive (21 golpes ganadores de derechas y solo 13 errores no forzados) y pasar tiempo en pista, pero sin excesivo desgaste para no exigirle un esfuerzo extra a su maltrecho pie izquierdo. No quiere hablar de su estado físico, únicamente de tenis, y lo hace en la pista, aunque claramente debe dar más pasos adelante para superar a un oponente como Auger-Aliassime, al que asesora su exentrenador que es, además, su tío, Toni Nadal. Será interesante y a la vez extraño ver cómo plantea el partido para intentar abatir a su sobrino. Cuando Rafa y Felix se enfrentaron hace tres años en Madrid (ganó el manacorí por un doble 6-3), Toni aún no era técnico del tenista de Montreal.

Borrón en el tercer set

Del partido de este viernes, que presenciaron en las gradas de la Suzanne Lenglen el exfutbolista y entrenador Zinedine Zidane, y el actor Woody Harrelson, poco que contar, más allá de que tuvo un comienzo malo para Nadal, con un break en contra que igualó de inmediato, y que a partir de ahí el español fue muy superior hasta un momento de despiste mediado el tercer parcial, cuando ganaba por 4-0 y con bola para 5-0, y perdió tres juegos seguidos. "He sentido un poco de nervios parea cerrar". Así explicó el pequeño borrón que arregló con tranquilidad para mantenerse invicto antes de la cuarta ronda en el torneo (53-0), excluyendo su retirada cuando iba a jugar en la tercera contra Marcel Granollers en 2016. No podrá permitirse muchos el domingo.