Nadal arranca con buen pie

Rafa Nadal no podría haber iniciado su 18ª participación consecutiva en Roland Garros con mejor pie. Y valga el uso de esta frase hecha, porque el izquierdo, que le atormenta desde el inicio de su carrera, no le molestó en su presentación en la Philippe Chatrier contra Jordan Thompson, a quien venció por un triple 6-2 en 2h02. Como curiosidad, es la segunda vez que gana con este marcador en el torneo, después de hacerlo en 2010, también en primera ronda, ante el francés Gianni Mina. El partido fue ideal para el balear, porque el australiano de 28 años y 82º de mundo le dio ritmo y así pudo comprobar que su movilidad está ahí, recuperada. Además, desató su drive, en muchos momentos imponente. Y el resto de sus golpes y mecanismos, salvo algún revés suelto mal ejecutado, funcionaron a buen nivel para ponerle sin sobresaltos en la segunda ronda. El miércoles se enfrentará al francés Corentin Moutet, que eliminó al suizo Stan Wawrinka (2-6, 6-3, 7-6 (2) y 6-3).

"Ha sido un partido positivo para mí, pero soy consciente de que hay margen de mejora", dijo Nadal, a quien respetó incluso la lluvia en un día gris y con precipitaciones. "Estoy feliz por haber ganado en tres sets", expresó mientras el doctor Ruiz Cotorro, clave en la confianza del campeonísimo, le observaba hablar después de sumar su victoria 106 en el evento parisino. Nadie había ganado tantos partidos en un mismo Grand Slam. Adelanta a Federer, que tiene 105 victorias en Wimbledon (ver tabla).

El drive no le había corrido tan bien a Nadal en el inicio de ninguno de los partidos de la gira de tierra. Con ese golpe, que convirtió en ganador ocho veces durante el primer set (20 en el total del encuentro), el español desbordó a menudo a un rival que fue perdiendo la confianza en sus ya de por sí escasas opciones de dar la sorpresa. Además, Rafa no evidenció problemas de movilidad, más bien lo contrario. Y se vio cuando respondió con rapidez a una dejada de Thompson para ponerle un globo magnífico y rematar después la devolución de emergencia del aussie.

Más victorias en un mismo Grand Slam

Ganador en los intercambios

El bueno de Jordan, cuesta abajo y sin frenos, se desesperó tras perder el primer juego de la segunda manga con su saque. Nadal corrió a por todas las bolas que este intentó ponerle lejos de su alcance. Y con un par de quiebres más abrió una distancia mayor en el marcador. Después se despistó en su peor juego con el servicio y tres errores le dieron el primer break a Thompson. De poco le sirvió, porque Rafa rompió de nuevo y él, en pleno enfado, tiró la pelota fuera con un tremendo raquetazo.

El tercer parcial fue el más competido hasta el quinto juego. Ahí rascó un quiebre Nadal tras ganar varios intercambios largos. Le costó más colocar winners, pero lo cierto es que en el global del duelo fue mejor en todos los rangos. De 0 a 4 golpes (42-34), de 5 a 8 (33-8) y de más de 9 (15-11). Con 3-2, el de Manacor consolidó la distancia y no la soltó hasta cerrar su triunfo en "el lugar más importante" de su carrera, "la misma pista de siempre" para él, aunque haya sido renovada. "Es un regalo estar aquí y optar a un nuevo Roland Garros. Voy a hacer lo posible para generarme oportunidades", sentencia.