Novak Djokovic dejará de ser número uno del mundo el próximo lunes. Este jueves, en el ATP 500 de Dubái, el serbio perdió su posición de privilegio en el ranking al caer en cuartos ante Jiri Vesely (6-4 y 7-6 (4) en 1h57), ya que necesitaba alcanzar al menos las semifinales para tener opciones de retenerla. El checo de 28 años y 123º del mundo (fue 35º en 2015) tuvo que jugar la previa para eliminar después en el cuadro principal a Marin Cilic, a Roberto Bautista y al ganador de 20 Grand Slams con el triunfo más significativo de su carrera, porque cambia la historia: Por primera vez desde febrero de 2004, habrá un tenista en el trono que no se llame Federer, Nadal, Djokovic ni Murray, afamados miembros del llamado Big Four. Será Daniil Medvedev, que podrá relajarse en Acapulco porque el objetivo está conseguido, haga lo que haga, y es el 27º que lo ocupa en la historia, tercer ruso tras Marat Safin y Yevgeny Kafelnikov. Y una curiosidad, es el más alto que ha habido, con sus 198 centímetros de estatura. Cuando al rey destronado le preguntaron en rueda de prensa por el cambio en la cima, fue muy escueto: "Felicidades".

Djokovic, cinco veces campeón del torneo, acumulaba 361 semanas en lo más alto de la clasificación en diferentes épocas. Ahora llevaba 79 consecutivas desde que recuperó la plaza el 24 de agosto de 2020. Pero topó con un tenista en estado de gracia que ya sabía cómo ganarle, porque lo había conseguido en el Masters 1.000 de Montecarlo de 2016, sobre tierra batida y en tres mangas (6-4, 2-6 y 6-4). Por aquel entonces el balcánico también era número uno. “Es uno de los mejores de siempre, seguramente el mejor. Aunque creo que aquella victoria en realidad no me ha ayudado mucho esta vez. Estoy emocionado. El tenis necesita nuevos líderes”, dijo el vencedor, con dificultades para contener las lágrimas por lo sufrido en los últimos tiempos, con una accidente de coche y el padecimiento de la COVID. Es el tercer jugador que puede presumir de haberse medido un mínimo de dos veces con Nole sin ser derrotado, después de Kyrgios (2-0) y Safin (2-0). En semifinales se enfrentará este viernes a Denis Shapovalov, que pudo con Ricardas Berankis (7-6 (4) y 6-3).

Vesely demostró que no solo es un magnífico sacador, sino que tiene muchos más recursos, para empezar, un revés a dos manos potente y preciso que no desmerece al del propio balcánico, y una variedad de golpes, sobre todo de fondo, notable. Además, demostró buena mano cerca de la red y tuvo la fuerza mental necesaria para soportar la presión que ejerce sobre sus rivales el titán de Belgrado.

Mucha personalidad

Lo demostró en ambas mangas, cuando fue capaz de adelantarse y sobreponerse después a los contraquiebres de su rival con aparente tranquilidad, buena condición física y movilidad, a pesar de que compite con una pequeña 'tara' que reveló el extenista español Guillermo García López durante la retransmisión de #Vamos. Vesely tiene la pierna derecha más desarrollada que la izquierda y calza números de zapatilla distintos en cada pie. El remate a su hazaña lo puso en el definitivo desempate, una suerte en la que estuvo sensacional pese a que su oponente le restó todos los saques, aunque también le regaló una doble falta. Como guinda, la dedicatoria a Ucrania al firmar en la lente de la cámara de televisión. A Djokovic le ha salido muy caro no disputar el Open de Australia por su rechazo a la vacunación. Y lo va a tener difícil para recuperar el sitio a no ser que dé su brazo a torcer, algo que al parecer no hará, al menos de momento.

Resultados del ATP 500 de Dubái.