Djokovic vuelve con una victoria balsámica ante Musetti
El número uno, que podría perderlo esta semana en favor de Medvedev (juega en Acapulco), retorna con victoria en el emirato, que no exige la vacunación.
En un escenario amable, el Aviation Club de Dubái en el que ha sido cinco veces campeón, Novak Djokovic volvió al tenis. Sin vacunarse contra la COVID-19, tozudo en unos principios que pueden cercenar su enorme carrera, el serbio que fue deportado de Australia el 16 de enero al ser considerado un peligro para la salud, derrotó a Lorenzo Musetti por un doble 6-3 en 1h:14. El emirato no exige la vacunación a sus visitantes y de eso se aprovechó el balcánico para retornar. Este año, mientras las restricciones de movimiento continúen, su calendario vendrá marcado por el pasaporte COVID. Ahora mismo, no podría disputar Roland Garros ni el US Open.
Serio, reconcentrado, sin un gesto para la galería, con su equipo y su esposa, Jelena, en la grada haciendo piña, Djokovic comenzó a soltar sobre la pista la tensión que ha acumulado. Lo pagó el Next Gen Musetti (19 años y 58º del mundo), que le había llevado a un quinto set en Roland Garros el año pasado en un partido en el que el italiano acabó retirándose. Esta vez no opuso tanta resistencia y le puso al serbio la victoria en bandeja con desajustes en una noche en la que el viento sopló con fuerza y contribuyó a sumar más errores.
"¡Nole, Nole!", gritaba un animoso grupo de aficionados bien surtido de banderas serbias. El público, sin ganas de erigirse en juez por su negativa a vacunarse lo que sí puede ocurrirle a Djokovic en otros países, prefirió centrarse en el tenis.
En el primer set, un break para 3-1 sirvió al de Belgrado para ponerse por delante. No jugaba desde el 3 de diciembre, en las semifinales de la Davis en Madrid y, aunque un poco agarrotado, le bastó para llevarse el primer parcial.
En el segundo, la rotura llegó con 2-1. Pero en el sexto juego, el italiano dispuso de cuatro bolas de break y tras salvar la última con un ace, el serbio se dirigió a su box gritando por primera vez. Encendido y fuera de sí. Como si por dentro la rabia bullera. No cedió su saque y logró otro quiebre para el 6-3 definitivo.
Tiene tarea el campeón de 20 Grand Slams para sostener el número uno. A 14.600 kilómetros, en Acapulco, Daniil Medvedev dispone de una oportunidad para quitárselo. Lo hará, seguro, si gana el ATP 500 mexicano aunque el serbio también saliera campeón en Dubái. Y caben otras posilidades dependiendo de las rondas en las que acaben uno y otro. En el torneo 500 de Dubái, hay tenistas de mucho lustre (Rublev, Auger-Aliassime, Sinner, Hurkacz, Shapovalov, Bautista...) y tendrá que aplicarse si quiere seguir en lo más alto. Su siguiente rival saldrá del Karen Khachanov-Alex de Miñaur. De momento, ante Musetti se aplicó un poco de un bálsamo que le hacía falta.