El éxito de Rafa Nadal en el Open de Australia no es sólo fruto del esfuerzo del tenista manacorí durante cada partido sino que, tras él, están los consejos y el trabajo de los miembros de su equipo. Una labor que destaca aún más si cabe tras los duros meses que ha pasado Nadal tras su intervención en el pie a causa del síndrome de Müller-Weiss.

Junto a Carlos Moyà, Rafa Maymò, Marc López Carlos Costa, Benito Pérez-Barbadillo y su padre Sebastián (no acudió a Australia otro pilar del equipo, Francis Roig), otra figura clave en el regreso de Rafa Nadal ha sido su preparador físico Joan Forcades, el hombre que ha conseguido que Nadal volviese a recuperar la forma para ser competitivo de nuevo pese a la lesión.

Forcades ha acompañado a Nadal desde los inicios de su carrera y ha sido uno de los responsables en moldear el cuerpo de Nadal para que estuviera preparado para cualquier situación sobre una pista de tenis. Una preparación que ha dado sus frutos, ya que Nadal logró sobreponerse a dos grandes esfuerzos en este Open de Australia como han sido los partidos ante Denis Shapovalov y Daniil Medvedev, que se decidieron en el quinto set.

Además de esa resistencia, Forcades también ha trabajado con Nadal el trabajo para mejorar la flexibilidad del tenista a sus 35 años, dándole más importancia a este campo respecto a la fortaleza física. Pese a que posiblemente sea el miembro del equipo que menos aparezca en los medios de comunicación, el trabajo de Forcades ha sido fundamental para que Nadal ganase su Grand Slam 21 y lo seguirá siendo para los nuevos retos que tiene por delante el balear.