Australia vuelve a cancelar el visado de Djokovic
El ministro de Inmigración de Australia, Alex Hawke, retira la visa del serbio "por motivos de salud y buen orden". El Open peligra, pero hasta el domingo no habrá decisión.
Novak Djokovic perdió otro set. Aunque todavía le queda partido. Alex Hawke, ministro de Inmigración australiano, ejerció el poder personal que le otorga la ley para revocar por segunda vez el visado del tenista serbio quien, ahora mismo, no podría defender su título en el Abierto de Australia que comienza el lunes y del que es nueve veces campeón.
Todavía queda un resquicio para él. El juez Anthony Kelly convocó de urgencia a las 20:45 horas en Australia a las partes en el Tribunal del Circuito Federal de Australia. Y tras la vista, quedó claro que el serbio no será detenido hoy, con lo que frenó una inmediata deportación. El magistrado decretó que mañana sea conducido ante funcionarios del ministerio de Inmigración a las 08:00 horas (22:00 del viernes en España) para ser interrogado de nuevo. Tras ello, el serbio será trasladado a las oficinas de sus abogados desde las 10:00 a las 14:00 horas para preparar su defensa. Y el domingo a las 10:15 (00:15 del sábado en España) tendrá lugar la audiencia, que se supone definitiva, en otro tribunal, ya que el caso se transfiere a la Corte Federal de Australia. El tenista volverá a permanecer detenido en un lugar que no ha sido revelado y que, según la resolución de Kelly, debían acordar las partes.
De no prosperar las explicaciones de Djokovic, tendría que salir ya del país, al que se le podría prohibir la entrada durante tres años, lo que le impediría disputar el Grand Slam hasta 2025, ya con 37.
"Hoy he ejercido mi autoridad adscrita a la sección 133C (3) del Acta de Inmigración para cancelar la visa a Novak Djokovic, por motivos de salud y buen orden, basándome en el interés público", expuso Hawke en un comunicado publicado cerca de las seis de la tarde de Australia, 08:00 en España. Una razón muy genérica, pero con base en el apoyo popular de un 83% de la población, que según una encuesta de NewsCorp, exigía una deportación del serbio. Una medida popular en un país que celebra elecciones en mayo.
"Antes de tomar esta decisión examiné cuidadosamente la información que me proporcionó el Departamento del Interior, la Fuerza Fronteriza Australiana y el señor Djokovic. El Gobierno de Scott Morrison está firmemente comprometido a proteger las fronteras de Australia, especialmente en relación con la pandemia de COVID-19", sigue el ministro.
El primer ministro Morrison también se pronunció: "Nuestras sólidas políticas de protección fronteriza han mantenido seguros a los australianos, antes de la COVID y ahora durante la pandemia". Australia ha soportado uno de los confinamientos más duros del mundo y ahora los contagios por la variante ómicrom se han disparado, lo que ha obligado incluso a reducir al 50% el aforo de Melbourne Park.
El serbio, que no se ha vacunado contra la COVID-19, llegó el miércoles de la semana pasada al aeropuerto de Tullamarine con una exención médica extendida por el Open de Australia validada por un panel de médicos y epidemiólogos independientes, pero las Fuerzas Fronterizas invalidaron su visa y permaneció retenido y aislado en un hotel hasta el lunes pasado, cuando el juez Kelly ordenó su puesta en libertad basándose en que el jugador no tuvo tiempo suficiente para dar sus explicaciones. Sin entrar en el fondo de la cuestión.
Los agentes de fronteras consideraron irregular la exención médica, basada en que Djokovic se contagió de coronavirus (por segunda vez) el mes pasado. Eso le permitía sortear la cuarentena obligatoria de 14 días que Australia impone a los no vacunados. Su PCR positiva estaba datada el 16 de diciembre, pero el 17 acudió a actos en Belgrado sin mascarilla ni distancia social. Adujo que aún no conocía el resultado. Y el 18 concedió una entrevista con sesión de fotos al medio francés L'Équipe. "Un error de juicio", se disculpó en un comunicado posterior. Pero hubo más faltas. En su declaración de entrada mintió al responder 'no' en la casilla de si visitó un tercer país antes de viajar a Melbourne. Sin embargo, había estado preparándose en Marbella. "Error humano" de sus agentes, se disculpó también.
El caso es que Djokovic, que fue incluido en el sorteo del cuadro el jueves, ya tenía rival para debutar: su compatriota Miomir Kecmanovic y, según anunció el torneo, jugaría el lunes al circular por la parte alta. Sin tiempo para descansar tras dos jornadas de tribunales. Si es expulsado finalmente, su lugar lo ocupará el quinto cabeza de serie, el ruso Andrey Rublev, y desaparecería del camino de Rafa Nadal, con quien podría enfrentarse en semifinales. Aunque si ya hubiese orden de juego con horarios, su sustituto sería un lucky losser (tenista perdedor en la previa). Un embrollo monumental.