España somete a Ecuador con un 3-0 envenenado
Carreño se fue a un tie-break ante Gómez: 5-7, 6-3 y 7-6 (5). El dobles sufrió en tres sets. Antes, Feliciano venció 6-3 y 6-3 a Quiroz. Se escaparon dos sets de oro.
Con el bajonazo de la ausencia de Carlos Alcaraz, positivo en COVID un día antes del debut, planeando aún sobre el ambiente del Madrid Arena, España inició las finales de Copa Davis con una victoria por 3-0 sobre Ecuador. Lo previsible, aunque no lo fue tanto que Pablo Carreño, el líder circunstancial por la ya sabida baja de Rafa Nadal y la imprevista de Roberto Bautista, se dejara un valioso set por el camino que valía oro. Y otro el dobles. Por orden cronológico, Feliciano López derrotó por 6-3 y 6-3 en 1h:18 a Roberto Quiroz. Luego, Carreño se metió en un embrollo en el duelo de números uno del que salió vivo ante Emilio Gómez (5-7, 6-3 y 7-6 (5) en 2h:36) y el dúo Carreño-Marcel Granollers abrochó el 3-0 ante Gonzalo Escobar y Diego Hidalgo con penurias por 6-4, 6-7 (5) y 7-6 (2) en 2h:41. Pero...
Con la imponente Rusia de Medvedev, Rublev, Karatsev y Khachanov en el grupo (domingo, 16:00, Vamos) y con un formato en el que pasan los seis primeros a cuartos y los dos mejores segundos y los empates se resuelven por victorias, sets y juegos, salir lo más 'limpios' posible del choque con Ecuador era clave. Y España terminó pringada.
Carreño, bronce olímpico en Tokio y siempre dispuesto a dar un paso al frente en la Davis, salió rígido por el peso de verse en primera línea. Y eso que tenía delante a un rival al que había ganado en octubre 6-4 y 6-1 en Indian Wells. Andrés Gómez, campeón en Roland Garros 1990, veía desde la grada cómo su hijo Emilio (29 años y 149º) se subía a las barbas del 20º del mundo.
Flojo al resto, el pulso bajo mínimos, el asturiano cedió el primer parcial y se asomó al precipicio. Pero salió de él tras neutralizar una bola de break del ecuatoriano y ganar tres juegos seguidos para 6-3. Ya liberado, logró una rotura en el tercero y dispuso de dos bolas de partido al resto... No supo aprovecharlas y además perdió su servicio, lo que abocó el choque a la agonía del tie-break. Ahí, a la cuarta bola de partido, logró escapar. Pero sus 55 errores no forzados o el 4/11 en bolas de break radiografían una tarde de sudores.
Carreño, al que le ha caído la responsabilidad de liderar a España, no fluyó en el primer envite aunque supo arreglarlo, y dejó su récord en individuales en 3-4. A continuación, Bruguera le reclutó también para el dobles (Feliciano se sintió indispuesto) junto al solvente Marcel Granollers y ahí volvió a sufrir ante Escobar (38º en por parejas) e Hidalgo (166º), que incluso sacaron con 5-4 para ganar el partido.
Los galones de Feliciano
En ese dobles figuraba de inicio Feliciano López, que fue quien abrió la lata. Bruguera confió en los galones del toledano (cinco veces campeón) sobre el ranking de Albert Ramos (45º) y Pedro Martínez (60º), reclutados de urgencia. Poco importaban los 40 años y el puesto 104º en la clasificación. El veterano, que debutó hace 18 años en Davis, rejuveneció con un triunfo que calentó a un estadio a que fue poblándose hasta alcanzar los dos tercios de entrada (unos 8.000 espectadores).
El toledano, que se dio a conocer en 2020 en el Madrid Arena apretando a Andre Agassi, tuvo enfrente a Quiroz, 291º del mundo. En el primer set, con saques que subieron hasta los 230 km/h (terminó con 14 aces) y marchando a la red para acortar puntos y ahorrar energía, quebró para 3-1 y ya no lo soltó. En el segundo parcial, el break llegó con 3-2, pero ofreció cierta resistencia Quiroz, minando las energías de un tenista que necesitaba reservarlas. Afortunadamente, llegó una segunda rotura para 6-3.
España inició la defensa con un 3-0, sí, pero también con dos sets en contra que son veneno.