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WTA FINALS

Muguruza tumba a Badosa y opositará a maestra

La doble campeona de Grand Slam realizó un partido casi perfecto ante una Badosa que acabó llorando y buscará el primer título de las WTA Finals para el tenis español.

Muguruza tumba a Badosa y opositará a maestra
ULISES RUIZAFP

Dos españolas venidas del futuro, alejadas de los parámetros del tenis más aguerrido de los gloriosos años de las magníficas Arantxa y Conchita que abrieron el camino, se jugaron hoy una plaza para la final de las WTA Finals de Guadalajara (México). Y Garbiñe Muguruza, la torre morena que devolvió al tenis español al palmarés de los grandes en Roland Garros 2016, tumbó la ambición rubia de Paula Badosa por un doble 6-3 en 1h:25 y opositará este miércoles al título de maestra frente a la estonia Anett Kontaveit (02:30, La1 y DAZN).

Badosa, a sus 24 años cumplidos el lunes, llegó a Guadalajara como un expreso para hacer su debut en una cita de maestras. Con el reciente título de Indian Wells fresco e instalada en el top-ten por primera vez en su carrera después de escalar 60 puestos este año. En la fase de grupos, se ventiló a la número dos Aryna Sabalenka y a Maria Sakkari de forma espectacular. Contra Iga Swiatek perdió, ya clasificada y sin forzar la máquina. Como reconoció, tenía a Muguruza en mente. A la tenista en la que se miraba de niña.

Badosa se lamenta tras perder una oportunidad.
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Badosa se lamenta tras perder una oportunidad.Hector VivasGetty Images for WTA,

¿Podía afectarle eso a la hora de jugar? "Es algo que mentalmente está ahí. Me pasó lo mismo con Azarenka (en Indian Wells), a la que había seguido mucho, pero soy muy competitiva. Hay un momento en el que se me olvida quién está delante", analizaba antes de salir a la pista. Con la bielorrusa dio la vuelta a la situación. Frente a su compatriota no fue capaz.

Tener a su referente delante parece que la pesó en el primer set. Tensa, como si tuviese un tapón en el cañón con el que acelera vertiginosamente sus bolas, dejó que la caraqueña de 28 años llevara la iniciativa. Esta se colocó ya con un break arriba (2-1) y demostró que las cuatro finales de Grand Slam, sus títulos en Roland Garros y Wimbledon, su condición de ex número uno, sus cuatro participaciones en el Masters (con el techo de la semifinal de 2015) iban a tener su peso en el partido.

Muguruza, que peleó en la fase de grupos para salir a flote tras perder en un gran partido inicial contra Karolina Pliskova y se lo jugó a todo o nada contra Kontaveit, metió presión. Bien al saque (81% de puntos ganados con primeros), mejor en el fondo, siguió minando la moral de Badosa hasta endosarle un segundo break. Badosa, que estos días se repetía "cabeza, cabeza" mientras se llevaba el índice a la sien, se fue al banquillo y se golpeó esa cabeza que no le estaba funcionando. No fluía.

Garbiñe sacó uno de esos días buenos que la hacen casi invencible por la profundidad de sus golpes. Quinta del mundo este año (lo terminará como tercera tras la victoria), no alcanzaba las 40 victorias en el circuito (41/17 va con los títulos de Dubái y Chicago) desde 2017... El año que ganó Wimbledon y dominó el ranking WTA. Frente a Badosa, sacó su versión de lujo. Centrada. La catalana, sin embargo, no fue capaz, como había hecho en muchos partidos, de revertir la situación. De pasar de sufrir a disfrutar.

Seis juegos seguidos se adjudicó Muguruza, que había tenido un día más de descanso, de una tacada hasta que Badosa logró el 1-3 en el segundo set. Antes, la tenista nacida en Nueva York había dispuesto de tres bolas de break que podían haber metido picante al partido. Mas Garbiñe salió airosa y lanzada de la situación con una actuación en la que se permitió pocas dudas. Ni cuando sacaba para ganar y la debutante se situó 30-0. "Me bloqueé. No pude competir. Me pudo la ansiedad como en Roland Garros", reconoció sincera Paula después, que terminó el partido entre lágrimas. 

Muguruza, la tenista talentosa muchas veces penalizada por su irregularidad, no perdió la oportunidad de volver a jugar por un título pata negra. Con Conchita Martínez, que tantas veces intentó ganar el Masters, en su banquillo. Quizá lo consiga la tenista venida del futuro para vengarle a ella y a Arantxa... 28 años después.