Pablo Carreño conquistó este domingo en el ATP 500 de Hamburgo el título más importante de su carrera, el primero de esta categoría tras haber acumulado cinco ATP 250, el último este mismo año en Marbella. Por eso la final del torneo alemán, ante un Filip Krajinovic en un enorme estado de forma, suponía para el español dar un paso clave en su carrera. “Debo estar más concentrado que nunca, es mi partido del año”, se repetía el español´. Y funcionó, porque esa fue la impresión que dio el español sobre la tierra de Am Rothenbaum, la de estar completamente centrado en el objetivo.

El español completó un partido soberbio, en el que derrotó al serbio en hora y 23 minutos por 6-2 y 6-4. Con un juego sólido, sin fisuras, conquistando el 52% de los puntos al resto y sin conceder ni un solo break. “He ido mejorando durante toda la semana y creo que esta final ha sido mi mejor partido del torneo”, hizo balance Carreño, que reconoció que quizá en el tramo final se sintió algo más nervioso pero lo pudo solucionar con “buenos servicios”.

El español, que es la primera vez que gana dos torneos en una misma temporada y acumula un balance de 6-3 en finales, fue reconocido por el público alemán con una sonora ovación y también por su rival, Krajinovic, quien felicitó a Carreño a la vez que lamentó quedarse de nuevo a las puertas de su primer título, ya que lleva un 0-4 en partidos con el trofeo en juego.

Para Carreño, que con este triunfo asciende al 11º puesto del ranking ATP, recibe así un espaldarazo de moral antes de acudir a los Juegos de Tokio como la principal baza del tenis masculino tras la renuncia de Rafa Nadal.