Iga Swiatek: "No me creía que había ganado Roland Garros"
La tenista polaca reconoce que su vida cambió a nivel de reconocimiento y fama tras conquistar su primer Grand Slam el año pasado en París.
Iga Swiatek llegó el año pasado al estrellato por sorpresa. La polaca, que ascendía poco a poco en el ranking WTA, pegó un arreón definitivo para asentarse en la élite al ganar su primer Grand Slam en Roland Garros. Un logro, que Swiatek apenas fue capaz de digerir. "Cuando gané en París, tuve una sensación totalmente abrumadora. ¡No podía creerme que había ganado un Grand Slam! Definitivamente necesitaba algo de tiempo para mirar todo con perspectiva", reconoció la polaca en el espacio Player's Voice de Eurosport. Esta hazaña, sin duda, le otorgó mucho más reconocimiento y fama: "Todo estaba bastante agitado después de la final y cuando regresé a Polonia. De repente comencé a ser muy popular, lo cual fue realmente especial, pero también la situación se volvió más salvaje".
Tal fue la 'borrachera' de éxito que Swiatek admite que hasta que no llegaron los primeros torneos de esta temporada no bajó de la nube: "Fue una experiencia completamente nueva para mí con la que tuve que aprender a lidiar por mi cuenta, pero creo que manejé las cosas bastante bien. Al principio, me resultó bastante difícil volver a concentrarme en mi entrenamiento, pero afortunadamente Roland Garros fue mi último torneo de la temporada, lo que significó que tuve casi cuatro meses de calma y preparación. La primera vez que comencé a sentirme "normal" fue en realidad durante la cuarentena en Australia, lo que demuestra que necesitaba mucho tiempo para reajustarme y reasentarme".
Por último, Swiatek no escondió que su gran ilusión de este año, por encima de cualquier otro torneo, es acudir a los Juegos Olímpicos de Tokio: "Después de París y Wimbledon, tendremos los Juegos Olímpicos y no puedo esperar para representar a mi país. Al igual que Rolan Garros, trato de afrontarlo como si fuera un torneo normal, pero es fácil perderse en los pensamientos y obsesionarse con el hecho de que solo se lleva a cabo una vez cada cuatro años y podría ser el único oportunidad de rendir bien. Quiero eliminar cualquier riesgo para llegar allí". Su padre, Tomasz Swiatek, es un exremero olímpico que participó en los Juegos de Seúl de 1988, por lo que ahora Iga aspira a prolongar el legado familiar...