Carlos Alcaraz, como el Correcaminos, transita rápido por los caminos de la ATP levantando polvareda. Hoy, con 18 años cumplidos el pasado 5 de mayo, aparece por primera vez entre los 100 mejores jugadores del mundo, en el puesto 94º. El más joven entre ellos y uno de los tres menores de 20 años junto a los italianos Lorenzo Musetti y Jannik Sinner, los dos con 19.

El murciano salta así otra barrera, la del top-100, con el título obtenido el sábado en el Challenger de Oeiras (Portugal) ante el argentino Facundo Bagnis (31 años y 109º) por doble 6-4, el cuarto título de su carrera en el segundo escalón del circuito.

"Siempre recordaré este momento, el club, la ubicación... Entrar en el top-100 por primera vez es hermoso. Pero a la vez debo darle la mayor naturalidad. Se acerca Roland Garros y es el foco. Entrar entre los cien mejores con los rankings congelados no es fácil, pero soy un chico al que le gusta superar la adversidad", declaró en Portugal antes de tomar un avión a París, donde este martes inicia la previa frente a Lucas Lacko (33 años y 212º).

Alcaraz transita por 2021 a gran velocidad: ganó a David Goffin (14º) en el Great Ocean, superó la previa en Australia y se adjudicó su primer partido en un grande, alcanzó la semifinal del ATP 250 de Marbella, conquistó su primer partido en un Masters 1.000, el de Madrid, hasta toparse con la dura realidad de Rafa Nadal... Aprendizaje a marchas forzadas entre elogios.

"Está evolucionando mucho y saltando etapas muy rápido. En vísperas de la previa de Roland Garros, es muy bueno tener estas sensaciones", avisa Juan Carlos Ferrero, su técnico, que este año le ha puesto el objetivo de acabar entre los 60 mejores y que recuerda que no hay que comparar a Alcaraz con Nadal, que ingresó en el top-100 con 16 años y 10 meses. Con 18 y un mes lo hicieron Djokovic y Federer. Un corte que también ha superado ya el de El Palmar.