Feliciano López, director: "El Mutua debe ser un punto de inflexión hacia la vida normal"
El director del Mutua Madrid Open habla en AS sobre los principales detalles del torneo que arranca este jueves con público en las gradas.
Después de la suspensión en 2020 por la pandemia, Feliciano López (Toledo, 39 años) vive su segunda experiencia como director del Mutua Madrid Open, que contará con un número restringido de espectadores. Al veterano tenista le ilusiona que el torneo, que prorrogó el convenio con el Ayuntamiento por valor de 4,2 millones de euros para este año, sea un ejemplo de que los eventos con público son "posibles y seguros" y está feliz por el alto nivel de la participación tanto en ATP como en WTA.
¿Qué dificultades se ha encontrado para la organización del Mutua este año?
No ha sido fácil en la situación en la que estamos viviendo, con todas las restricciones que tenemos. Lo principal es explicárselo bien a todo el mundo y tener un protocolo bien hecho, porque vamos a ser el primer evento grande en España en el que haya mucha gente. Ha habido algunos con un máximo de 1.500 personas en Madrid, como el concierto de Rafael, un partido de balonmano o el World Padel Tour en el Wizink Center, donde caben 18.000. Nosotros tenemos mucha responsabilidad porque nos mirarán con lupa y tenemos que hacer las cosas bien. En cuanto a los jugadores, es otro tipo de torneo, con test al llegar, la Caja Mágica protegida y un ambiente seguro para que no pase nada. Van surgiendo cosas, preguntas y aspectos nuevos para todos.
¿Le ayuda haber vivido el tenis de las burbujas como jugador?
Sí, porque dentro del equipo aporto mi experiencia, sobre todo en el tema de los test: cuánto tardan en llegar, la necesidad de tener un laboratorio que trabaje para el torneo para que los tenistas cuando llegan no tengan que estar encerrados todo un día en el hotel… Por ejemplo, a veces se hacen pruebas de antígenos para que puedan entrenar hasta que están los resultados de los PCR. El Mutua tiene el inconveniente de ser un evento combinado de ATP y WTA, que tienen diferentes normas en cuanto a la COVID. Hay que encontrar un balance y dar una imagen de responsabilidad y seguridad. En cuanto a los chicos, se está relajando un poco la cosa porque hay jugadores que sentían que no merecía la pena viajar y querían más libertad y confianza en la responsabilidad de cada uno. Aquí vamos a ser estrictos porque la situación aún no está en su mejor momento y hay que ser cautos.
¿Cómo es el protocolo de los jugadores?
Cuando llegan a Madrid se les recoge en el aeropuerto y se les lleva a los hoteles concertados para la burbuja, donde se hacen el test y hasta que no tienen el resultado no pueden venir a la Caja Mágica. Se hacen excepciones con los vacunados o los que tiene anticuerpos porque han pasado la enfermedad. Eso varía un poco entre ATP y WTA. Hay unas listas y algunos jugadores tienen permiso para no hacerse test. En el recinto tienen zonas privadas donde sólo estarán ellos y sus equipos. Desgraciadamente, no van a poder salir a pasear o a correr, aunque la WTA no estaba muy de acuerdo en principio y se resolvió.
Usted ya ha jugado con público en Marbella y Barcelona, ¿qué le pareció?
El hecho de ver gente en la grada ya es un cambio grande, aunque sea poca, y aquí vamos a cubrir entre un 35 y un 40% del aforo dependiendo de la pista, que es muchísimo (la Manolo Santana puede albergar casi 12.500 espectadores, así que podrían entrar sobre 5.000) si lo comparamos con cero que ha habido en muchos torneos o mil personas como en Barcelona, muy poquito, aunque el ambiente fue estupendo en la final y daba una imagen muy buena.
¿Cómo se distribuyen las entradas?
La de la pista 1 se vende de manera independiente y con las de la central se puede acceder a las de fuera, de entrenamientos y partidos donde está la plataforma. Para el estadio 2 también hay algunas, pero pocas. La gente estará bien separada y segmentada para que no haya aglomeraciones en los flujos, que es lo que más preocupaba a Sanidad de la Comunidad de Madrid. En las entradas y salidas es donde más atención pondremos, porque ahí es cuando hay más posibilidades de contagio. Dentro el recinto es muy grande y habrá mucho espacio. Las entradas son nominales, con DNI, y electrónicas, sólo pueden juntarse grupos de cuatro personas en la grada y habrá separación en los asientos por delante y por detrás.
¿Está contento con la participación?
Sabíamos que en estos tiempos hay mucha incertidumbre por las restricciones de viaje, que mejoran poco a poco. Pero, hasta ahora, salvo la baja oficial de Federer en el cuadro masculino, tenemos a todos. La gente tiene ganas de jugar y les anima mucho que haya público. Cuando mejore el ritmo de vacunación los torneos volverán a la normalidad.
¿Qué se sabe de Djokovic?
Hasta el momento no ha dicho que no venga y contamos con quiere jugar en Madrid. Hay tiempo hasta Roland Garros por el retraso de una semana, un cambio como muchos que hay y que provocan que los jugadores a veces varíen sus planes en el último momento e improvise más de lo normal. Pero no tenemos informaciones de que los grandes no vayan a venir. A Nole le debió doler perder en su casa contra un rival al que esperaba ganar y se entiende el calentón (dijo que no sabía si vendría al Mutua), pero no tenemos noticias de su equipo sobre una renuncia.
Al margen de Nadal y Djokovic han apostado por Carlos Alcaraz…
Es la invitación que todo torneo quiere dar, a un jugador joven con gran proyección. Para eso están, para ayudar a estos chicos con potencial. Ojalá que a Carlos le vaya bien aquí. Es una gran alegría para el tenis español que haya alguien que despierte esa ilusión, que le quieran ver y que hablen de él, aunque hay que ser prudentes y no meterle mucha presión. Pero, obviamente, genera expectación muy grande en el mundo del tenis y me encanta que venga aquí a jugar y que la gente le pueda ver.
¿Qué tal su partido contra él Marbella (ganó el murciano en tres sets)?
Me gustó mucho y lo disfruté. Tenía muchas ganas de poder enfrentarme a un chico como él, 19 años más joven, y ser competitivo. No fue un partido cualquiera. Fuera de los grandes jugadores, jugar contra jóvenes es muy bonito. Me impresionó su manera de estar en la pista, la capacidad de improvisación, de hacer tiros espectaculares en cualquier posición, su carácter… Tiene esas cositas especiales de jugadores potencialmente únicos. Espero que las pueda desarrollar y sea un gran campeón.
El cuadro WTA tiene el aliciente de contar las españolas en su mejor momento, con Muguruza al frente. ¿Cómo lo ve?
A mí, personalmente, me encantaría poderla ver triunfando en un torneo de este nivel y en Madrid. La gente lo espera y ella tiene muchas ganas de hacerlo bien aquí. Sara (Sorribes) ha dado un salto de nivel con victoria en pistas (duras) que no favorecían tanto su juego. Esa es la prueba de su cambio de nivel. Paula (Badosa) lleva un año y pico evolucionando y a mí me gusta. Ojalá que les vaya bien a las dos, son jóvenes, con potencial y tiempo para mejorar.
Dicho todo esto, ¿qué espera de este Mutua Madrid Open?
Espero que seamos, una vez más, pioneros en poder demostrar a todo el mundo, no sólo a los españoles, que eventos como este, en tiempos como los que estamos viviendo, son posibles y seguros. Y que la gente pueda disfrutar de venir aquí, pasar el día y ver buen tenis después de lo mal que lo hemos pasado este último año y medio. Hay gente que no ha podido ver aún un partido de fútbol en vivo. Las semifinales de la Champions se van a jugar sin una sola persona en el estadio. Queremos ser un ejemplo y un motivo de alegría. Que a partir de aquí la gente vea que se puede hacer un evento como este en tiempos de COVID. Que los aficionados disfruten haciendo algo que hace poco era impensable y esto sea un punto de inflexión hacia una vida que vuelva a la normalidad.