Tras la derrota en Montecarlo la semana pasada en cuartos de final ante Andrey Rublev, una eliminación "que ya es pasado", Rafa Nadal tiene los cincos sentidos puestos en rendir en el Barcelona Open Banc Sabadell. Y es que pese a ser un torneo que ha ganado en once ocasiones, en la previa de su debut en ningún momento habló de revalidar el título. Ese es obviamente el objetivo final de Nadal en Barcelona, pero por el camino tiene muchas otras metas que lograr: "Hay que recuperarse bien, entrenar con la actitud y las ganas necesarias para tener las mejores sensaciones posibles. He estado compitiendo poco este último año y la vuelta a al circuito siempre es complicada. Montecarlo fue una prueba importante, hubo cosas positivas y negativas, y aquí es otra. Así me lo tomo", resumió Nadal.

Y es que, como él mismo reconoció, a sus casi 35 años la situación "ya no es la misma". Con Roland Garros en el horizonte (arranca el 30 de mayo) su objetivo es también prepararse para la cita francesa. "Mi objetivo es ponerme a mí mismo en situación de competir por Roland Garros", fue la frase textual. Se congratuló, además, de que Roger Federer participe también del torneo parisino.

Pero el Godó, evidentemente, no es un torneo cualquiera para Rafa. No solo por su palmarés, sino porque se disputa en el que es su club desde los 14 años. Y no solo eso. Habrá público: "Siempre es agradable jugar en Barcelona. Creo que habrá público y eso para mí es muy importante. Tengo la esperanza de poder rendir a un buen nivel". La primera prueba la tendrá este miércoles ante el bielorruso Ilya Ivashka (111º) de quien el de Manacor no se fía: "Juego contra un rival, que viene haciéndolo bien, ganando partidos. En Marbella lo hizo bien. Necesitaré estar a un buen nivel para ganarle".